Santos disputará segunda vuelta presidencial con el nuevo delfín de Uribe

  • Tal y como apuntaban todos los pronósticos, el astuto Juan Manuel Santos disputará la segunda vuelta presidencial en Colombia con Óscar Iván Zuluaga, el ahora delfín del expresidente Alvaro Uribe, paradójicamente el papel que él mismo jugó en las elecciones de 2010.

Esther Rebollo

Bogotá, 25 may.- Tal y como apuntaban todos los pronósticos, el astuto Juan Manuel Santos disputará la segunda vuelta presidencial en Colombia con Óscar Iván Zuluaga, el ahora delfín del expresidente Alvaro Uribe, paradójicamente el papel que él mismo jugó en las elecciones de 2010.

Santos obtuvo el 25,47 % de los votos en los comicios de este domingo, a casi cuatro puntos de Zuluaga, quien ganó el 29,24 %, escrutado un 95,96 % de las mesas, tras una campaña en la que prácticamente lideró las encuestas hasta el último momento.

Eso llevará a ambos a disputar una segunda vuelta el 15 de junio.

Frío, poco carismático, abiertamente neoliberal en materia económica y un apasionado jugador de póquer, Santos, del Partido de la U, obtuvo este resultado tras recorrer el país explicando a los colombianos cual es la gran apuesta personal y política de su vida: buscar la paz con la guerrilla comunista más antigua de América, las FARC.

El aspirante a la reelección el próximo 15 de junio llegó a la Presidencia de Colombia en 2010 dispuesto a seguir los postulados de su antecesor, al que sirvió como ministro de Defensa, el ultraconservador Álvaro Uribe (2002-2010), pero con astucia se distanció para elegir otro camino.

Ahora se enfrentará en una segunda vuelta al nuevo heredero del legado de Uribe, al que, según el propio Zuluaga, Santos traicionó.

Como titular de Defensa asestó los más duros golpes militares a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hasta descabezar su dirección.

Puso contra las cuerdas a Colombia con el bombardeo de un campamento guerrillero en Ecuador e hizo frente al gran escándalo de los "falsos positivos" o ejecuciones extrajudiciales cuando el Ejército mató a miles de civiles y les hizo pasar por guerrilleros con el único objetivo de engordar los éxitos militares.

Pero este economista, administrador de empresas y periodista ha hecho gala, desde que llegó a la Presidencia, de grandes dotes políticas y diplomáticas, se ha movido dentro y fuera del país con tacto para mostrar resultados y así ser considerado un estadista conciliador aplaudido por la comunidad internacional.

Juan Manuel Santos nació el 10 de agosto de 1951 en Bogotá en el seno de una de las familias más poderosas de Colombia, perteneciente a lo que se conoce como la oligarquía capitalina.

Desde niño se movió entre los hilos del poder, siempre imbuido en las ideas del Partido Liberal. Su tío abuelo Eduardo Santos fue presidente (1938-1942) y su familia dirigió durante décadas El Tiempo, el periódico más influyente del país.

Empezó en Londres a forjar su carrera política en 1972, como representante de Colombia ante la Organización Internacional del Café, y a su regreso fue subdirector de El Tiempo, lo que siempre le ha ayudado con los medios de comunicación tradicionales.

En 1991 fue designado por el liberal César Gaviria como ministro de Comercio Exterior e impulsó acuerdos comerciales con distintos países, bajo su visión neoliberal de la economía; y durante el Gobierno del conservador Andrés Pastrana (1998-2002) ejerció como titular de Hacienda, en plena crisis económica.

En 2004 se apartó del liberalismo para respaldar a Uribe y se sumó al Partido de la U, la fuerza que ganó las elecciones en 2006 y 2010, y al que hoy sigue perteneciendo.

Aficionado a las apuestas y adicto al poder, Santos es un hombre arriesgado y lo demostró desde que tomó posesión de la Jefatura del Estado el 7 de agosto de 2010.

En aquel momento dijo que tenía "la llave de la paz" y que la usaría cuando se dieran las condiciones; dos años después, en 2012, inició las negociaciones con las FARC que siguen en marcha.

También recompuso las relaciones con Ecuador y Venezuela, rotas durante el Gobierno de Uribe, y, contra todo pronóstico, congeló un convenio militar con EE.UU. por el que se iba a poner a disposición de ese país siete bases militares.

Aún así, cerró el Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Administración de Barack Obama y lo celebró, rodeado de mandatarios, durante la Cumbre de las Américas que acogió Cartagena de Indias en 2012.

Asimismo logró consenso para que la colombiana María Emma Mejía fuera designada secretaria general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tras el fallecimiento del argentino Néstor Kirchner, además de un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Entre sus iniciativas dentro del país está la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, que rubricó en 2011 junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el Marco Jurídico para la Paz, base legal para estructurar el postconflicto.

Santos es un gran conocedor de los entresijos políticos, ha gobernado bajo la tutela de una Unidad Nacional y con la única oposición de Uribe, quien le ha acusado de "castrochavista" y ahora, en esta campaña, de usar dinero del narcotráfico.

Y la izquierda, la que de haberse cumplido los pronósticos hubiera sido la mayor fuerza opositora, le ha puesto frenos pero aplaude su iniciativa de paz; de hecho está descontado que Santos obtendrá su apoyo si va a una segunda vuelta con el candidato uribista Zuluaga.

Pero se le quedaron en el tintero asuntos clave, como el problema del campesinado, las infraestructuras y las reformas de salud y educación.

Casado con María Clemencia Rodríguez y padre de tres hijos, Santos es doctor en Leyes, estudió Economía y Administración de Empresas en la Universidad de Kansas, Economía y Desarrollo Económico en la Escuela de Economía de Londres y Administración Pública en Harvard, además de Periodismo.

El presidente y candidato es autor de varios libros, entre ellos "La Tercera Vía: una alternativa para Colombia", que escribió junto al exprimer ministro británico Tony Blair.

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