Habrá batalla: Así son los proyectos enfrentados de Iglesias y Errejón para Vistalegre II

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el responsable Político de la formación morada, Íñigo Errejón, han presentado este viernes los documentos políticos que defenderán en la Asamblea Ciudadana de Vistalegre II, que se celebrará el 10, 11 y 12 de febrero. Ambos dirigentes defienden dos proyectos diferentes sobre cómo debe organizarse la formación en los próximos años.

El documento que defenderá Iglesias se titula "Plan 2020: ganar al PP y gobernar España". Incluirá iniciativas que buscan la unidad y la integración en Podemos, explicará cómo llegar a algunos gobiernos autonómicos en 2019 y, lo más importante, cómo alcanzar la Presidencia del Gobierno en las próximas generales. El líder de la formación morada no cree que Rajoy vaya a disolver las Cortes y convocar elecciones de manera anticipada.Iglesias no quiere que en Podemos haya políticos

Pablo Iglesias que presume en la presentación de su propuesta de contar con aportaciones de las figuras más relevantes del partido, incluyendo la de Errejón. Pero las propuestas del líder de Podemos son muy distintas a las de Errejón, de hecho solo coinciden en que España es una estado plurinacional que apueste por el derecho a decidir, y en su idea de apartar del poder al PP. Y en el número de páginas de los documentos, 41 de Pablo y 42 de Errejón.

En sus primeras líneas ya habla de una unidad que a la vista de todos ya no existe. Pablo dice que su documento "nace con una voluntad unitaria, entendiendo la unidad como la capacidad de hacer que ideas distintas puedan complementarse, reforzando una dirección estratégica y unos objetivos comunes; porque solo un Podemos unido y fuerte podrá liderar —desde la fraternidad, el compañerismo y el respeto a la diversidad— una confluencia política, social y popular de cambio que sea capaz de ganar al PP (y a las élites que representa) y gobernar España". La realidad es que ha habido, en contra de lo que quería Pablo, documentos de Anticapitalistas, Errejonistas y Pablistas.

Iglesias prefiere no centrar el trabajo de Podemos sólo en la institución, y enfrentarse a las medidas del PP y sus aliados en todas partes: en los medios de comunicación, en los centros de trabajo, en los movimientos sociales, en las instituciones y en la calle.La construcción de un movimiento popular no es un fetiche, sino la única forma de avanzar, asegura el documento.  Solamente con diputados, portavoces y un buen discurso que conecte con las necesidades de la mayoría no basta. "Para ganar necesitamos a la gente organizada, activa y con capacidad para movilizarse y llevar los debates del cambio constituyente a la sociedad.""Por eso el papel de los cargos públicos no puede limitarse al trabajo en los diferentes parlamentos. Su principal función debe ser la de ser «activistas institucionales»". señala el documento. "Nuestros representantes en las instituciones no pueden convertirse en políticos", cree Pablo. Errejón apuesta por trabajar en las instituciones

Errejón, por su parte, apuesta por un proyecto basado en tres frentes para conseguir ser un "Podemos ganador" y capaz de gobernar: el frente parlamentario, el municipal y el social. El número dos del partido morado considera que tienen que ser "formación de resistencia y de protesta” para que pueda recuperar la iniciativa política y demostrar que es una organización “útil”. 

Errejón hace en su documento una enmienda a la totalidad de lo realizado por Iglesias al frente del partido desde el 20D. Dice no a cavar trincheras, a creer que todo el pueblo es de izquierdas y a considerar que el miedo da votos. Al contrario, Errejón cree que la sociedad ha demostrado en las elecciones que quiere orden, y que quiere propuestas e ideas antes de dar la confianza a nadie para presidir el Gobierno.

Cree Errejón que volver a los inicios de tomar la calle y no hacer política son un error. En clara referencia a Iglesias, al que llama SG, señala que hacer política en las instituciones no es domesticarse. "Al contrario, no hacer política institucional nos coloca arrinconados en el lado izquierdo del tablero". Y ahí, dice Errejón, Podemos es irrelevante.

Errejón tampoco quiere ser un continuo show y golpe de efecto. Considera que eso no lleva a nada más que salir en los medios, pero no aporta nada al proyecto político.

El frente parlamentario por el que apuesta Errejón pasa por asumir que existe una "potencial mayoría en el Parlamento con la que hay que jugar" y en la que el papel de Podemos debe ser llevar la iniciativa. Errejón cree que hay que arrastrar al resto de fuerzas a sus posiciones.

En este sentido, consideran que Podemos no debe obsesionarse con su relación con el PSOE sino que su función debe ser "una fuerza autónoma que marque el camino" y obligar a los socialistas a que sean ellos los que tengan que decidir si se suman a sus propuestas en el Parlamento o bien se ponen del lado del PP. "Tienen que retratarse continuamente. Son ellos los que tienen que decidir y nosotros marcar el camino".

El segundo frente, el municipal, pasa por "poner en valor" la acción que desarrollan los Ayuntamientos gobernados por candidaturas de unidad popular, como el de Madrid de Manuela Carmena o el de Barcelona de Ada Colau, ya que esa es "la mejor forma de explicar cómo podría ser un gobierno de Podemos".

En tercer lugar, el frente social tiene que buscar abrir Podemos a la participación "directa y colectiva" y en trabajar "en los conflictos ya existentes". "La tarea principal de Podemos debe ser desplegar una red territorial para ayudar a crear un tejido de asociacionismo y cooperativismo que se dedique no sólo a denunciar la injusticia del orden actual sino a construir un orden más justo en el día a día".

En el documento de Errejón, como explica Moruno uno de sus colaboradores más cercanos, queda claro que la estrategia social no debe limitarse a "dar consignas y retórica" a la ciudadanía, ni a centrar el trabajo en convocar manifestaciones y "trasladar el plató a la calle para denunciar injusticias", sino en "abrir estructuras de oportunidad para poner de relieve las contradicciones" del sistema; "espacios "donde los movimientos sociales puedan tener más cobertura y llevar mejor sus demandas". "Pero no tenemos que sustituirlos", ha avisado.Una Navidad de enfrentamientos

Podemos ha vivido unas Navidades con enfrentamientos entre las diferentes familias de la organización: los ‘pablistas’, los ‘errejonistas’ y los anticapitalistas. Los ataques verbales se intensificaron después de que se destituyera a José Manuel López, ‘errejonista’, como portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, decisión cuestionada por personas afines al secretario Político y que un día después provocó la campaña de los ‘pablistas’ contra Errejón denominada #IñigoAsiNo. 

Ni el equipo de Iglesias, 'Podemos para Todas', ni el de Errejón, 'Recuperar la ilusión', realizarán ruedas de prensa para dar a conocer públicamente sus textos, con el fin de evitar desvirtuar las iniciativas que presenten.

Ambos dirigentes dicen querer “intentar” el acuerdo antes de Vistalegre, pero para lograr el consenso será clave el periodo marcado para presentar propuestas que permitan modificar los documentos que las distintas candidaturas elevarán a la Asamblea hasta el 21 de enero. 

Tras esa fecha se abrirá un plazo, del 23 de enero al 1 de febrero, en el que comenzarán las negociaciones entre unos y otros para intentar aunar propuestas y acercar posturas. No se descarta un acuerdo en este periodo.

Será el 2 de febrero cuando se anuncien las candidaturas y los documentos definitivos que se presentarán de manera presencial el 11 de febrero en el congreso estatal del partido, y a partir del día 4 de febrero comenzarán las votaciones para elegir la nueva dirección y, con ellas, la campaña que realizarán los distintos dirigentes.

Tanto los documentos como las candidaturas se votarán de manera conjunta, según el resultado de la consulta que la formación realizó a los inscritos en el mes de diciembre, cuando resultó ganador el modelo defendido por Pablo Iglesias. Íñigo Errejón pedía votar por separado documentos y las personas que los representan.

Casi medio millón de personas podrán votar en el cónclave de Podemos (455.821 inscritos), en el que la formación aprobará las bases para redirigir el proyecto político.