En declaraciones a los periodistas, ha comentado que el Gobierno no accederá a las presiones de una empresa "y mucho menos de una que no es canaria", y asumirá un "retraso" en la ejecución del proyecto por culpa de que Sacyr ha presentado una oferta con "baja temeraria" y "cambiado las reglas del juego".
A su juicio, la empresa ha sido "desleal, deshonesta y amoral" porque ha "engañado" al Gobierno de Canarias, y por ello, ha comentado que acudirá al sur de la isla a "pedir disculpas" a los vecinos, los alcaldes y el presidente del Cabildo, Carlos Alonso. "Les diré que el retraso es porque el Gobierno de Canarias no va a aceptar chantajes de nadie", ha explicado.
El presidente ha dicho que el Gobierno está "abierto" a poder "reconducir" la situación, si bien ha insistido en que serán "firmes" en la reivindicación. "Tienen que cumplir la oferta y el hospital no va a costar ni un euro más a los canarios porque han querido pasarse de listos", ha apuntado.
Así, en el caso de rescindir el contrato, se va a "incautar" la fianza y se cargará contra la empresa con el "peso político y legal", ya que probablemente habría que acudir a otra licitación y problemas jurídicos. "Ellos tienen abogados y nosotros también, que son los mejores, no pasa nada. Estamos hablando de una cosa seria", ha señalado.
Los trabajos de construcción del hospital, ahora mismo paralizados porque la empresa ha exigido más dinero, debían acabar en marzo del próximo año.
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