INVESTIDURA. GOBIERNO Y OPOSICIÓN OPTAN POR EL SILENCIO EN LA FIESTA NACIONAL

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, fue rotundo este miércoles ante los periodistas en el Palacio Real sobre las opciones para una investidura. "Lo mejor que puedo hacer ahora es callarme", dijo, mientras el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, se marchó de la recepción oficial sin decir palabra.
La pregunta del millón era saber si Rajoy y Fernández habían hablado y si había buen 'feeling' entre ambos. A los socialistas no les constaba el encuentro. "Sí, se han saludado, claro", explicaba la presidenta andaluza, Susana Díaz, que no daba pistas de los detalles del encuentro. En cambio, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, confirmó que ambos habían hablado y que había visto "mucho amor entre ambos". "De verdad", sentenció.
El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, recientemente confirmado en el cargo por la gestora que ahora dirige su partido, no quiso hablar ni de abstención ni del próximo Comité Federal que previsiblemente celebrará la formación el 23 de octubre ni de lo que allí puede decidirse.
Pese a defender tantas veces en los últimos meses el "no es no" de Pedro Sánchez, Hernando reconoció que ahora le tocará "dar explicaciones, primero a los militantes y después a los ciudadanos", si el PSOE decide facilitar una investidura de Mariano Rajoy.
El gran protagonista de la fiesta del año pasado, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, deambulaba por los salones del Palacio sin sentir la presión de los medios, pero confiaba en la investidura de Rajoy salvo una impensable "rebelión de última hora" de los socialistas afines a Pedro Sánchez.
Los ministros en funciones estaban relajados, "porque estamos como estamos, empantanados", con ganas de que la investidura de su presidente sea una realidad en breve.
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, de verde esperanza, recordaba que las fechas de investidura eran cosa de ella y sólo de ella.
Por cierto, que tanto Pastor como Guillermo Fernández Vara, el presidente de Extremadura, ambos médicos de profesión, acudieron solícitos ante el desmayo de una invitada que, enseguida, fue atendida por el personal de Palacio.
"DE UN AFTER A UN SPA"
Ante la ley del silencio que parecía imperar en el Palacio de Oriente sobre la posición del PSOE en la investidura, el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García Page, opinó y opinó de casi todo. Arrancó rotundo: "No habrá terceras elecciones porque los españoles no nos lo perdonarían nunca". También dijo que "la abstención del PSOE, en caso de que se decida así, no tiene porque ser en bloque" e incluso se refirió a una negociación con el PNV que salvaría los muebles de todos si los vascos votan a favor de Rajoy.
También alertó de que a Pedro Sánchez "le esperan informaciones peligrosas" en las próximas fechas, aunque no quiso dar pistas de las noticias que pueden aparecer para comprometer su futuro político.
Una fuente socialista que estaba también entre los invitados retrató las últimas semanas vividas por el PSOE con este símil: "Hemos pasado de ser un 'after' a convertirnos ahora en un spa".
Los invitados no políticos, todo el cuerpo diplomático, el nuncio del Papa, el astronauta Pedro Duque, el bailarín Víctor Ullate, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación ONCE, Alberto Durán, que charlaba con el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Luis Cayo Pérez Bueno, o el secretario general de Fundaciones, Silverio Aegea, entre otros, observaban el ir y venir de los medios en busca de una noticia sobre la investidura.

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