Gobierno uruguayo desestima reclamos en Argentina por nueva megaplanta de celulosa

El gobierno uruguayo desestimó los reclamos de grupos ambientalistas desde Argentina por el anuncio de la construcción de una nueva megaplanta de celulosa, señalando que el proyecto no se hará en un territorio limítrofe con el país vecino.

La ministra de Industria de Uruguay, Carolina Cosse, dijo este lunes tras un acto por los 186 años de la Jura de la Constitución que "no me deja de sorprender" que haya reclamos ambientalistas desde el vecino país pues la instalación de la nueva fábrica en territorio local "no tiene nada que ver con Argentina".

"Esto es una planta en Uruguay. Uruguay es un país serio con vasta experiencia en los temas de medioambiente, reconocido a nivel mundial. Me parece (que significa) buscarle la quinta, la sexta pata al gato", declaró Cosse a la prensa respecto a los reclamos de ambientalistas argentinos de Gualeguaychú (provincia de Entre Ríos).

Cosse garantizó que se estudiará bien el proyecto de la empresa finlandesa UPM para instalar su segunda fábrica de celulosa en el país: "Hay que planificar en términos de infraestructura, en términos de acciones con respecto a la protección del medio ambiente, en lo cual Uruguay ya tiene un camino recorrido importante" aseguró.

El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, anunció el viernes pasado la construcción de la planta de celulosa por la empresa finlandesa a orillas del Río Negro, en el centro del país con una inversión de 5.000 millones de dólares.

Esta será la segunda planta de UPM y la tercera de celulosa en Uruguay, país históricamente dedicado al sector ganadero y donde la industria forestal se ha convertido en una de las principales actividades económicas.

"Me desvelan un poco más los reclamos desde Uruguay, a los cuales nosotros atendemos", sostuvo de su lado la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida de León, tras finalizar el acto.

A su vez, José Pouler, miembro de la denominada Asamblea Ambiental de Gualeyguachú, sostuvo en declaraciones al Canal 10 uruguayo que la operativa de la planta a pesar de su ubicación, contaminará la vía fluvial de uso común y perjudicará el medio ambiente, por lo cual se movilizarán frente al nuevo proyecto.

En su opinión "los que verdaderamente mandan son otros y no los gobiernos constituidos y hay cosas que no se pueden hacer", al tiempo que demandó la publicación de informes independiente profundos sobre el impacto ambiental del emprendimiento.

"No hay ningún falso nacionalismo contra Uruguay", aclaró Pouler, quien opinó que "lamentablemente hasta que no pasen muchos años no vamos a saber" los efectos contaminantes de estos proyectos.

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