Región belga necesita "un poco de tiempo" para negociar acuerdo UE-Canadá

La región belga de Valonia necesita "un poco de tiempo" para negociar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA), indicó su presidente Paul Magnette, quien se mostró "sorprendido" por la marcha precipitada de la delegación canadiense.

"La democracia necesita un poco de tiempo (...) No pedía meses, pero un proceso parlamentario no puede hacerse en dos días", aseguró Magnette en una entrevista telefónica con la AFP, poco después que Canadá anunciara el fracaso de las negociaciones.

A su salida de la sede del gobierno valón en la ciudad belga de Namur, la ministra canadiense de Comercio Internacional, Chrystia Freeland, criticó la "incapacidad" de la UE para "lograr un acuerdo internacional, incluso con un país que cuenta con valores tan europeos (...), tan amable y con tanta paciencia como Canadá".

Magnette reiteró que no está contra un acuerdo con Canadá, pero advirtió que se le exigía a su parlamento hacer "en 15 días lo que habitualmente lleva meses o incluso años". Además, dijo comprender que Canadá considere "muy largo" el proceso de negociación en la UE.

"Es realmente en la cuestión del calendario que no hemos logrado ponernos de acuerdo", reconoció el jefe de gobierno regional, para quien, en el resto de temas, las negociaciones "avanzaban". "Teníamos una discusión constructiva con los canadienses pero no logramos entendernos sobre el tiempo y lo lamento".

Tras siete años de negociaciones, la UE tenía prevista la firma de este acuerdo comercial, que crearía un espacio de libre comercio de unos 550 millones de habitantes, en una cumbre el 27 de octubre en Bruselas con la presencia del primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Para ello, necesita el visto bueno de todos los países del bloque. Sin embargo, el gobierno federal belga, partidario del acuerdo, no ha podido todavía dar su aprobación porque necesita a su vez el 'sí' de todos sus gobiernos regionales y, hasta el momento, Valonia lo ha rechazado.

Para Magnette, la pelota está ahora en el tejado del ejecutivo europeo que "debe retomar los contactos para ver si es posible y en que condiciones reanudar las discusiones".