Petro, el exguerrillero que perdió una batalla jurídica de cien días

  • Gustavo Petro, un exguerrillero del M-19 que entró después con éxito en la política, perdió hoy una batalla judicial de cien días para impedir su destitución como alcalde de Bogotá y la inhabilitación de quince años para ejercer cargos públicos a la que fue condenado por la Procuraduría.

Bogotá, 19 mar.- Gustavo Petro, un exguerrillero del M-19 que entró después con éxito en la política, perdió hoy una batalla judicial de cien días para impedir su destitución como alcalde de Bogotá y la inhabilitación de quince años para ejercer cargos públicos a la que fue condenado por la Procuraduría.

El alcalde, un político de lengua afilada que en su paso por el Congreso denunció sin miramientos casos de corrupción en el país, fue destituido este miércoles por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, que acató así una orden de la Procuraduría (Ministerio Público) emitida el 9 de diciembre de 2013.

Petro, de 53 años de edad y miembro del movimiento Progresistas, cayó como consecuencia de un proceso abierto en su contra por la Procuraduría, que consideró que el alcalde incurrió en "faltas gravísimas" en diciembre de 2012 cuando transfirió el servicio de recolección de basuras de la capital de manos privadas a públicas.

El político fue elegido alcalde en octubre de 2011 con el 32 % de los votos y asumió el Gobierno local, que tiene por lema "Bogotá Humana", el 1 de enero de 2012 un mandato que debía terminar el último día de 2015 pero que no podrá concluir por la sanción administrativa.

Esta destitución, contra la cual no valieron las medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), supone la "muerte política" de Petro, como él mismo lo ha dicho, pues podrá volver a la actividad pública en 2029, cuando tenga ya 68 años de edad.

Su gestión no ha estado exenta de polémicas y decenas de secretarios de su gabinete renunciaron por diversos motivos en los 26 meses y medio en que ocupó el Palacio Liévano, sede de la Alcaldía.

Sin embargo, su Administración se anotó logros como la reducción de las muertes violentas tras la prohibición del porte de armas, programas de atención a integral a toxicómanos y una mayor cobertura de educación y servicios públicos en sectores deprimidos.

Entre las iniciativas más cuestionadas, sobre todo por empresarios y constructores, está la presentación de un Plan de Ordenamiento Territorial (POT) con un enfoque medioambiental que contiene la expansión de la ciudad y densificaría el centro.

La vida de Petro está marcada por el 19 de abril, ya que ese día de 1960 nació en la localidad de Ciénaga de Oro, en el norteño departamento de Córdoba, para años después incorporarse al ala política del Movimiento 19 de Abril (M-19) llamado así en recuerdo a la fecha de su creación.

Muy niño abandonó su natal Ciénaga de Oro para crecer y educarse en Zipaquirá, una localidad vecina a Bogotá, donde a los 21 años, ya graduado en Economía por la Universidad Externado de Colombia, se vinculó al M-19 y posteriormente asumió sus primeras responsabilidades políticas como personero.

Su vocación social le llevó a construir un barrio para familias pobres, pero en 1985 el asentamiento fue reprimido por la Fuerza Pública y Petro detenido en virtud a un decreto de estado de sitio, tras lo que pasó dos años encarcelado.

Petro se integró de lleno a la vida política tras la desmovilización del M-19 por un acuerdo de paz con el Gobierno del entonces presidente Virgilio Barco (1986-1990) y ejerció su primer cargo como agregado diplomático en la embajada de Colombia en Bélgica.

Luego fue representante a la Cámara de Representantes en varios periodos, primero entre 1991 y 1994 por el departamento de Cundinamarca y luego entre 1998 y 2006 por Bogotá, una vez que la Asamblea Constituyente, en la que participaron exmiembros del M-19, dotó al país de una nueva Carta Magna.

Como congresista demostró sus dotes de buen orador, pero sobre todo se ganó un lugar en la historia política de Colombia por sus acreditadas denuncias contra la corrupción y de violaciones a los derechos humanos, tarea que llegó a su culmen entre 2006 y 2010, como senador.

En representación del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), Petro denunció desde el Senado tramas corruptas y criminales, los vínculos entre políticos y paramilitares, el escándalo por espionaje ilegal desde la central de inteligencia del Estado y las ejecuciones extrajudiciales llamadas "falsos positivos".

En 2010 se presentó a las elecciones presidenciales por el Polo Democrático Alternativo (PDA) y quedó en el cuarto puesto.

Los escándalos de corrupción en el seno de su partido le llevaron a abandonarlo y a fundar el movimiento Progresistas, con el que tras una masiva recogida de firmas ganó la Alcaldía de Bogotá.

Gustavo Petro está casado con Verónica Alcocer, con quien tiene tres hijos, además de otros tres de relaciones anteriores.

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