Condena de Al Hashemi daña reconciliación nacional, según presidente iraquí

  • El jefe de Estado iraquí, Yalal Talibani, consideró hoy que la condena a muerte emitida ayer contra el vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, complica los intentos de lograr la reconciliación nacional".

Bagdad, 10 sep.- El jefe de Estado iraquí, Yalal Talibani, consideró hoy que la condena a muerte emitida ayer contra el vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, complica los intentos de lograr la reconciliación nacional".

En un comunicado de la Presidencia, Talibani explicó que "es lamentable que se emita en estos momentos una sentencia contra Al Hashemi, mientras sigue ocupando su cargo oficialmente, lo que no sirve e incluso complica los esfuerzos de conseguir la reconciliación nacional".

Ayer, un tribunal iraquí condenó a muerte en rebeldía a Al Hashemi, tras hallarlo culpable de delitos de terrorismo, mientras una ola de atentados en distintos puntos de Irak causó más de 90 muertos y de 400 heridos.

Al Hashemi, que está refugiado en Turquía, y su cuñado, Ahmed al Qatan, fueron declarados culpables de la muerte de la abogada Suhad al Obeidi, y de un oficial de la Policía y su esposa, según informó la televisión oficial Al Iraqiya.

Talibani añadió que, a pesar de que se encuentra en Alemania para recibir tratamiento médico, no ha parado "ni un día de mantener consultas e intercambiar mensajes para preparar una reunión nacional global para resolver conflictos y conseguir soluciones aceptables a los distintos problemas, entre ellos el de Al Hashemi".

La reconciliación nacional, según Talibani, necesita difundir un ambiente de tolerancia y flexibilidad, de tal manera que ayude a realizar reformas y fortalecer las relaciones internas.

A su juicio, criticar la condena de Al Hashemi no supone una intervención en la magistratura iraquí sino que refleja "una esperanza a conseguir la convivencia, tolerancia y los deseos del pueblo de estabilidad, desarrollo y prosperidad".

Desde Turquía, Al Hashemi reafirmó hoy su inocencia y asumió como "un honor" la pena de muerte. "Es una prueba de mi inocencia. Es el precio que quieren que pague por mi amor a mi país", dijo.

El caso de Al Hashemi ha levantando una gran polémica en Irak y su grupo, Al Iraquiya, ha boicoteado en varias ocasiones las sesiones del Gobierno y del Parlamento en señal de protesta.

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