La disciplina de partido juega a favor de Christian Wulff, el candidato de la coalición gubernamental propuesto por la canciller Angela Merkel, como nuevo presidente de Alemania en la votación que hoy celebra la Asamblea Federal tras la reciente dimisión del anterior jefe del Estado, Horst Köhler, tras unos comentarios desafortunados.
La coalición que preside Merkel, -cristianodemócratas (CDU), socialcristianos bávaros /CSU) y liberales (FDP)- cuenta con una mayoría suficiente de al menos 20 votos en la cámara que sólo se reúne para elegir al máximo mandatario, un cargo representativo teóricamente alejado de la política de partidos.
Formada por los 622 diputados del Bundestag y otros tantos representantes de los 16 estados federados alemanes, la Asamblea Federal deberá elegir en un máximo de tres vueltas entre Wulff, el candidato de la oposición socialdemócrata y verde Joachim Gauck y la apuesta de La Izquierda, la periodista Lukretia Jochimsen, esta última sin posibilidades reales.
Las voces en contra de Wulff anunciadas desde las filas del Partido Liberal, algunos de cuyos delegados en la Asamblea han anunciado que votarán por Gauck, dejan un margen estrecho de ventaja para el candidato elegido por Merkel y su coalición.
Los analistas políticos coinciden en subrayar que una derrota de Wulff, todavía jefe del Gobierno de la Baja Sajonia, supondría un serio revés para la canciller y su alianza gubernamental y podría conducir incluso a una crisis seria de gobierno de graves consecuencias.
Simpatías por el candidato de la oposición
Lo cierto es que el independiente Gauck, el primer responsable tras la caída del Muro de Berlín de la tutela de los archivos de la Stasi, la policía política de la extinta República Democrática Alemana (RDA), cuenta con amplias simpatías también en las filas de la CDU y CSU.
Además, la población también parece preferirle. n el caso de que fuese el pueblo quien pudiese elegir directamente a su presidente, Gauck ganaría sin problemas, con un margen de alrededor de 10 puntos sobre Wulff según una encuesta publicada por la prestigiosa revista Stern.
Incluso Angela Merkel ha hablado maravillas de Gauck en ocasiones anteriores y más de un analista ha afirmado que la canciller habría querido la candidatura de este sacerdote protestante para sí.
Pero la suerte ya está echada y la victoria de Christian Wulff resulta imprescindible para que Merkel recupere su autoridad en la coalición que gobierna y la confianza de un pueblo, que además de presenciar repetidas disputas en el seno del Ejecutivo, no ha entendido su apoyo al rescate de Grecia después de anunciar por activa y por pasiva todo tipo de maniobras para evitarlo.
María Torrens Tillack/ Agencias
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