ESPAÑA, UN EJEMPLO PARA EUROPA EN INTEGRACIÓN DE INMIGRANTES, SEGÚN EL SOCIÓLOGO ALEJANDRO PORTES

España ha conseguido hacer una integración de los inmigrantes de forma natural y sin imposiciones políticas, que la convierte en un modelo para otros países europeos, según el sociólogo cubano Alejandro Portes.
Este catedrático de Sociología en las universidades de Princeton y Miami presentó en la Fundación BBVA las conclusiones de su última publicación, ‘Spanish legacies’, dedicada a la integración de los inmigrantes en España.
Portes ha analizado el proceso de adaptación a los países receptores tanto en Estados Unidos como en varios países europeos, centrándose en la integración de las segundas generaciones.
Ante el dilema de si la inmigración es un problema o una oportunidad para los países receptores, y a partir de sus trabajos, Portes concluye: “El proceso de adaptación siempre es problemático, pero a la larga, la inmigración contribuye a la economía y a la sociedad receptora, renovando poblaciones envejecidas y aportando fuerza laboral. El mejor ejemplo es Estados Unidos, un país de inmigrantes. Existe literatura que aporta evidencias de las aportaciones de comunidades como la cubana al desarrollo de Miami, o la china al progreso tecnológico, y en países europeos como Francia o Alemania se ha estudiado la contribución por ejemplo de la emigración española”.
En su obra ‘Spanish legacies’, Alejandro Portes da continuidad a su línea de investigación sobre integración de inmigrantes que inició con ‘Legacies: The story of the immigrant second generation’ en 2001.
“Esta continuidad”, destaca Portes, “me permite hacer una comparativa entre la integración de los inmigrantes en Estados Unidos, que era el objeto de la primera obra, y este trabajo más reciente en el que analiza la situación en España. La principal conclusión es que el proceso de integración en España ha sido más suave y eficaz. La segunda generación de inmigrantes forma parte del universo de la juventud española sin fisuras. A diferencia de otros países europeos que han intentado imponer la integración incluso con medidas políticas, en España ha sido un proceso natural que ha tenido un efecto positivo quizá inesperado”.
En el estudio sobre Estados Unidos se comprobó que esos jóvenes, en lugar de identificarse con su país receptor, se vinculan con categorías étnicas o culturales para autodefinirse como latinos o asiáticos. En España, por el contrario, más de un 80% se define como español, y haciendo un seguimiento en el tiempo se comprueba que hay una evolución de creciente identificación a lo largo de su adolescencia incluso entre quienes no han nacido en España.
INMIGRACIÓN Y 'BREXIT'
Portes es miembro del Centro de Investigación y Análisis de la Universidad de Londres, y considera que “el temor a la inmigración descontrolada y creciente desde los países del Este de la Unión Europea ha sido un factor determinante en el triunfo del 'Brexit', pero el Reino Unido va a necesitar dejar una puerta abierta a la inmigración, dado el papel que ésta tiene en la economía británica”.
También forma parte del Comité Asesor del Instituto Max Planck para el Estudio de la Diversidad Étnica y Religiosa y, desde esa perspectiva, considera que el hecho de que los últimos atentados del extremismo islámico los hayan perpetrado personas nacidas en Europa evidencia que hay un problema en la integración de inmigrantes de segunda generación en estos países.
“En Estados Unidos hay millones de musulmanes y no hay conflictividad, pero en países como Francia, Holanda o Bélgica hay jóvenes que se sienten como ciudadanos de segunda, lo que les genera resentimiento contra la sociedad que les margina, y los círculos radicales están aprovechando esa frustración para captarlos”, indica.
Se trata de un fenómeno denominado en sociología “etnicidad reactiva”, es decir, los inmigrantes de segunda generación se sienten discriminados y eso provoca una reacción negativa en ellos y da lugar a fenómenos que ya estamos viendo, como las protestas callejeras o su adhesión a organizaciones terroristas.
Portes añade que le parece especialmente preocupante la situación de Francia. “Quizá para ellos sea ya tarde porque el proceso de radicalización ha avanzado apoyado por el ISIS, pero hay otros países como Alemania que pueden tomar el ejemplo de países más tolerantes como Estados Unidos”.
En su opinión, España puede servir de ejemplo a otros países europeos: “Es una sociedad acogedora, que no tiene un modelo de integración, pero en la que no hay una tendencia general de discriminación al inmigrante, quizá porque los mismos españoles fueron no hace tanto emigrantes”.
En la rueda de prensa Portes estuvo acompañado por el presidente de la Fundación Española de Sociología, Manuel Fernández Esquinas, y por el director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo.

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