Morales compara la política migratoria de Chile con el muro de Trump

  • El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha comparado este viernes la política migratoria de Chile hacia el país vecino con las nuevas directrices del Gobierno de Donald Trump en la materia, que incluyen construir un muro en la frontera de Estados Unidos con México para frenar el flujo migratorio, el crimen organizado y hasta el terrorismo.
EUROPA PRESS

"La visas son parte de los muros", ha afirmado el líder indígena en una rueda de prensa en la que ha destacado la "coincidencia" entre Chile y Estados Unidos: "unos construyen muros para los migrantes y otros muros mediante normas contra el pueblo boliviano".

Morales ha atribuido la exigencia de visados a los bolivianos que deseen entrar en Chile a "los conflictos" entre ambos países. "Lo lamento mucho (...) pero es su derecho", ha dicho, al tiempo que ha reclamado el fin de las visas en América Latina, según informa el diario local 'La Razón'.

Chile restringió la política migratoria hacia Bolivia el año pasado en respuesta a una visita de autoridades bolivianas a los puertos chilenos de Antofagasta e Iquique para verificar las denuncias de abusos contra los transportistas bolivianos.

El primer roce por la exigencia de visados llegó cuando La Moneda denegó este documento a los ministros de Justicia y Defensa y los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados de Bolivia, entre otros altos cargos, que pretendían visitar la cárcel de Iquique en la que estaban recluidos dos militares y siete funcionarios bolivianos.

Los nueve bolivianos fueron detenidos el pasado 19 de marzo por entrar ilegalmente en territorio chileno mientras realizaban actividades de contrabando. La Justicia chilena les ha condenado a tres años de cárcel y al pago de una multa pero les ha conmutado la privación de libertad por la expulsión del país.

Morales ha insistido en la inocencia de los bolivianos que, según la versión de La Paz, luchaban contra grupos de contrabandistas chilenos, y ha considerado que este fallo es una "represalia" del Gobierno de Michelle Bachelet por la denuncia presentada por Bolivia en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

La Paz y Santiago llevan meses inmersos en una nueva escalada de tensión bilateral a causa de la disputa en la CIJ, con la que Bolivia reclama a Chile una salida soberana al océano Pacífico. El proceso judicial se encuentra ya en su recta final.

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