Ayrault, un exprimer ministro leal a Hollande vuelve como jefe de Exteriores

  • Jean-Marc Ayrault, quien renunció al cargo de primer ministro hace dos años para asumir la responsabilidad por los magros resultados de la economía, la principal promesa electoral, vuelve ahora al gobierno como ministro de Relaciones Exteriores, un premio a su fidelidad al presidente, François Hollande.

Considerado como una apuesta segura, aunque con poca experiencia diplomática y sin demasiado carisma, Ayrault, de 66 años de edad, enfrentará negociaciones complejas y campos minados como la crisis en Libia y en Siria, al igual que las conversaciones con sus socios europeos.

Desde que el miércoles se anunciara la salida de Laurent Fabius, como ministro de Relaciones Exteriores, el nombre de Ayrault comenzó a sonar.

Entre los temas que deberá abordar están las demandas del Reino Unido para reformar la Unión Europea (UE), que pidió el primer ministro británico David Cameron de cara al referendo sobre la permanencia en el bloque.

La cercanía de Ayrault, exprofesor de alemán, con Berlín, es considerada como un activo en la difícil tarea que se le avecina.

Como primer ministro, mostró su lealtad al presidente François Hollande recalcando, contrariamente a muchos de sus predecesores de todas las tendencias políticas, que no tenía ninguna ambición presidencial. Pero, en el cargo no logró nunca imponerse como jefe de la mayoría gubernamental y fue criticado incluso por sus propios ministros.

En abril de 2014, debió dejar el cargo tras dos años como primer ministro y un rotundo fracaso del Partido Socialista en las elecciones municipales de marzo.

Hasta el final trató de mantenerse en el cargo, que había esperado ocupar hasta 2015, ya que se consideraba el garante del equilibrio de la mayoría gubernamental.

Hombre reservado, el mismo gesto de su rostro oculta a veces la timidez y el distanciamiento y otras la irritación.

Nacido el 25 de enero de 1950, Jean-Marc Ayrault recuperó su escaño de diputado tras dejar el gobierno.

Siempre fiel a Hollande, fue uno de los pocos altos cargos que jamás lo criticó tras haber sido apartado de sus funciones, aunque si guardó espacio para marcar distancia con su sucesor.

Socialdemócrata asumido, agnóstico, Jean-Marc Ayrault se construyó políticamente bajo la doble influencia del catolicismo social y del ex primer ministro Jean Poperen (1988-1992), que fue su mentor.

"En el fondo, tiene más columna vertebral que Hollande", sostuvo una de sus ministras. Aunque en enero de 2013 su llamamiento a "un nuevo modelo social francés" no tuvo mayor eco, su línea socialdemócrata se impuso en la jefatura del Estado.

En el plano personal, Jean-Marc Ayrault, casado, padre de dos hijas y tres veces abuelo, es conocido en Francia por su sencillez, como por ejemplo pasar sus vacaciones familiares en camping-car.

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