Laborismo y Hatenuá alcanzan primer acuerdo para elecciones, según diario

  • Los máximos dirigentes del Partido Laborista israelí, Isaac Herzog, y del centrista Hatenuá, Tzipi Livni, han alcanzado un principio de acuerdo para acudir juntos a las elecciones en lo que podría ser el germen de un gran bloque de centro izquierda para hacer frente al derechista Benjamín Netanyahu.

Jerusalén, 7 dic.- Los máximos dirigentes del Partido Laborista israelí, Isaac Herzog, y del centrista Hatenuá, Tzipi Livni, han alcanzado un principio de acuerdo para acudir juntos a las elecciones en lo que podría ser el germen de un gran bloque de centro izquierda para hacer frente al derechista Benjamín Netanyahu.

Pactado esta semana en Nueva York durante la celebración del Foro Sabán sobre relaciones entre EEUU e Israel, el acuerdo no se hará oficial hasta que el Parlamento israelí apruebe entre el lunes y el miércoles su disolución y la convocatoria de elecciones anticipadas, informa hoy el diario Yediot Aharonot.

Livni, que empezó su carrera ministerial en el Likud bajo el mando del ya fallecido Ariel Sharón, será número dos de Herzog, dentro de una alianza que buscará otros socios para engendrar un bloque que pueda plantar cara al actual primer ministro derechista israelí, al que las encuestas dan como favorito.

Las condiciones del acuerdo establecen una unión prelectoral sin fusionar sus respectivas formaciones, tal y como Netanyahu hiciera en 2013 con su después ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman.

Esta unión se disolvió antes del verano en lo que fue el primer destello de la crisis que afectaba al gobierno de Netanyahu.

Después de que Netanyahu haya estado cinco años en el poder y la situación de Israel a nivel internacional haya empeorado por el parón del proceso de paz con los palestinos, los partidos del centro izquierda sopesan la creación de un frente bajo el lema de "Sólo no Bibi", apodo del primer ministro.

No obstante, es difícil saber aún si será posible por las fuertes diferencias personales e ideológicas entre los partidos que reclaman el centro y la izquierda del mapa político israelí.

El primero en desmarcarse ha sido el frente pacifista Meretz, que teme perder votantes, y aún siguen los contactos con otras dos formaciones: Yesh Atid, que lidera el cesado ministro de Finanzas, Yair Lapid, y Kadima, dirigido por el exministro de Defensa, Shaul Mofaz.

Ese bloque, que según los sondeos tendría mejores posibilidades de vencer a Netanyahu, buscaría alianzas con otros partidos pragmáticos, entre ellos la formación en ciernes del exministro de Comunicaciones, Moshé Kahlón, y el partido secularista de derechas que encabeza Lieberman, Israel Beitenu.

Ex del Likud, Kahlón quiere reanimar al campo de la derecha pragmática que representaron los primeros ministros Menahem Beguin y Ariel Sharón, el primero promotor del tratado de paz con Egipto en 1979 y el segundo de la retirada de Gaza en 2005.

"El verdadero Likud sabe hacer la paz y devolver territorios", dijo ayer Kahlón en un encuentro con militantes en Tel Aviv, donde destacó que la actual formación que dirige Netanyahu ha sucumbido a un proceso de fuerte idealización nacionalista que le ha hecho apartarse de sus bases.

Por su parte, temiendo una derrota electoral, el primer ministro sigue este fin de semana, en la máxima reserva, los contactos con diferentes líderes políticos y formaciones para intentar rehacer su coalición y permanecer en el poder.

Dirigentes de los dos partidos ultraortodoxos han revelado al mismo diario que han recibido ofertas en ese sentido, y el sábado Netanyahu visitó a Lieberman -que está en la semana de duelo que marca la tradición judía por la muerte de su madre- para tratar de persuadirle de anular la convocatoria de elecciones anticipadas.

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