(AMPLIACIÓN) PSOE. JAVIER FERNÁNDEZ DICE QUE UN PARTIDO NO ES UNA “PLATAFORMA ELECTORAL AL SERVICIO DE UN LÍDER”

- “Democratizar el partido no es convertirlo en una asamblea permanente". El presidente de la Comisión Gestora del PSOE, Javier Fernández, advirtió este sábado de que un partido no es una “mera plataforma electoral al servicio de un líder”, en un momento en el que PSOE vive una pugna interna para elección de un nuevo secretario general.
Así lo expresó en la apertura del Foro Político que celebran en Madrid los socialistas en Madrid para debatir sobre la ponencia política que aprobarán de cara al próximo Congreso Federal de junio.
Cuando subió al escenario, Fernández fue recibido en el Auditorio del Pabellón de la ONCE en Madrid por aplausos de los más de 600 socialistas que se daban cita en Madrid y que durante más de un minuto aplaudieron al dirigente asturiano incluso poniéndose en pie.
En su intervención, destacó que para algunos, la “política es sectarismos” pero que “no hay peor fantasía que una sociedad sin política”. El presidente de la Gestora socialista reivindicó a los partidos políticos como los verdaderos activos de la política.
REIVINDICACIÓN DE LOS PARTIDOS
Los partidos, dijo, son los “protagonistas principales” en la política frente a los "lobbies" y "clanes", y señaló que el PSOE es “un partido viejo” que no renuncia ni a su “tradición ideológica” a su “lectura crítica de la realidad”. “Es una organización, un espacio para el acuerdo y generar consensos".
En esta reflexión, apuntó que “democratizar el partido no es convertirlo en una asamblea permanente, ni avanzar hacia una organización más débil y un liderazgo más fuerte”.
“Evitar el monopolio del poder en la cúpula, en beneficio de la participación de las bases, no pasa por un partido más plebiscitario que deliberativo, más asambleario que representativo”.
Por eso, advirtió de que no apuesta por una “organización burocratizada a sus Estados Mayores, a guardias pretorianas que estén ahí atrincheradas en el poder”. “No lo queremos, pero tampoco un partido sin rumbo, sin ideas y sin proyecto político, una mera plataforma electoral al servicio de un líder que reclame autonomía o que exija confianza. Queremos un partido, tan plenamente democrático como electoramente participativo con un proyecto de crecimiento y de equidad, de desarrollo y de bienestar”.
DISCURSO ÚNICO EN ESPAÑA
Fernández subrayó que “la gente tiene que saber eso y recordar que cambio, responsabilidad, y moderación y un único discurso en toda España son los ingredientes que hicieron del PSOE un partido grande”.
Tras los aplausos de los presentes por estas palabras, Fernández explicó que por “un único discurso en todo España”, “no es una España única, uniforme, monocorde, monolingüe, sino un único espacio público y compartido, un único sujeto de derecho y obligaciones políticas, una única ciudadanía”.
El presidente asturiano señaló que la estructura política territorial de España “no está en la Constitución porque los constituyentes de aquel país que se reinventó a sí mismo en el 78, hicieron un prodigio de ingeniería semántica y de paco político, combinando dos palabras, autonomía y consenso, que entonces eran dos palabras nuevas para exorcizar a un fantasma viejo, a un demonio familiar que en lo político había envenenado el últimos siglo de la historia de España”.
A su juicio, fue tal la dificultad que los “constituyentes dejaron abierta la Constitución hasta tal punto que ni siquiera dijeron si iban a ser tres o 27 las comunidades autónomas. Fue el principio dispositivo el que permitió el desarrollado del estado federal constituido del revés porque, a diferencia de los más genuinos estados federales, van de la desunión a la unión” mientras que “el nuestro es un viejo estado unitario y centralista que decide distribuir el poder a la manera federal.”
Todo ello derivó en una reflexión de Fernández de que España en la Constitución no se definió como federal, “porque esa palabra estaba envenenada por la memoria de una primera república que quiso ser federal y acabó en cantonal y mucha gente entendió que no podía hacerse”.
“El estado de las autonomías es el emboscado y avergonzante” nombre que “hoy asume el federalismo en España", concluyó el presidente de Principado de Asturias.