(AMPLIACIÓN) CRISIS PSOE. SÁNCHEZ DIMITIRÁ SI EL COMITÉ FEDERAL PASA A LA ABSTENCIÓN

El secretario general en funciones del PSOE, Pedro Sánchez, dejó entrever este viernes que dejará su cargo si este sábado el Comité Federal pasa a la abstención para facilitar un Gobierno del PP y desautorizar así su intento de formar un gobierno alternativo.
En una comparecencia inesperada en Ferraz a 12 horas del inicio del Comité Federal, Sánchez planteó la tesitura del mismo como una elección entre dos opciones: o bien se convoca congreso extraordinario para que elijan los militantes y él intente, si es elegido, un gobierno alternativo, o bien se constituye una gestora que se abstenga para dejar gobernar al PP.
"Si el Comité Federal aprueba pasar a la abstención, no podría administrar una decisión que no comparto", retó. "Debo presevar mis palabras y mis convicciones".
El secretario general "en funciones", un matiz que los críticos no le reconocen pues le dan simplemente por inhabilitado con la baja de la mitad de la Ejecutiva, volvió a vincular el debate orgánico de partido con la posición que ha de adoptar el PSOE en relación a la formación de gobierno.
El orden del día fijado por la Ejecutiva el jueves sólo comprende dos puntos: dar cuenta de las dimisiones en aquélla el día anterior y abordar la convocatoria de un congreso extraordinario, como según su interpretación de los estatutos y reglamentos del PSOE obligan las mencionadas dimisiones, previa aprobación por el Comité Federal.
Sin embargo, los críticos rechazan esta vinculación del tema orgánico y el tema político. Esta mañana, dos de sus principales referentes, los diputados Antonio Pradas y Eduardo Madina, abogaron por no confundir ambos planos, y Madina incluso propugnó abordar mañana el tema orgánico y dejar para un futuro Comité Federal la posición del PSOE de cara a la formación de gobierno en España.
UN DEBATE POLÍTICO
Sánchez mantuvo este viernes su intento de fusionarlos. "Mañana se celebra un Comité Federal que va a afrontar un debate decisivo. No es ni tampoco puede convertirse en un debate reglamentario. Es un debate político", puntualizó, para detallar más tarde que no se debate "sólo si cambiamos el voto de los militantes por la constitución de una gestora sino algo más importante: el rumbo que va a seguir el PSOE".
Él insistió en que siempre ha defendido intentar formar un gobierno alternativo al de Rajoy, pero admitió que "el Comité Federal puede cambiar esa hoja de ruta y pasar a la abstención".
A este respecto, aclaró que nunca ha "creído que tal decisión signifique que los que la proponen estén más cerca de la derecha", sino que sólo advierte de las consecuencias de tal decisión para los progresistas y para el PSOE: que "abriría la legislatura del chantaje", porque el PSOE "no podría abstenerse o bloquear la aprobación de los presupuestos o las leyes más importantes".
Sánchez defendió que se celebre un congreso extraordinario "cuanto antes para que los militantes decidan con su voto quién quiere que sea su secretario general", porque las primarias que le eligieron en 2014 supusieron "una puerta abierta abierta a la democracia que debe permanecer abierta para nunca más cerrarse".
DEBATE HASTA LA EXTENUACIÓN
Reivindicó el debate interno, que "nunca es fractura"; es más, abogó por que mañana "se debata hasta la extenuación, se vote y, una vez se haya votado, vayamos todos a una", pues "es indispensable que el principal partido de la izquierda transite por un único camino".
Para él, esa "única voz ha de ser la nuestros militantes", pero cree que no se debe "alargar esta situación" ni entablar "un debate interminable sobre reglamentos". Por el contrario, pidió "que se decida si se monta una gestora para facilitar un gobierno de Rajoy o deciden los militanes en un congreso, decimos no a Rajoy e intentamos un gobierno alternativo. Esta y no otra es la cuestión de fondo".
Al comienzo de su declaración, Sánchez agradeció "de corazón las múltiples muestras de apoyo y cariño" que aseguró haber recibido "en un momento tan delicado" y dijo que compartía "el desgarro" que sufren muchos ciudadanos progresistas ante "esta inédita situación".
Por lo demás, insistió en argumentar su no al PP por que "España no se merece cuatro años más de Rajoy", con la desigualdad, pobreza, fractura territorial y "podredumbre" de corrupción que han deparado a su juicio los anteriores. Y por que facilitar su gobierno sería "una traición" a los votantes socialistas y una "alteración del resultado electoral, porque el PP no ganó por mayoría absoluta.

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