El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, ha abogado este martes por articular una alternativa poniendo la ciudad por encima de las siglas y dejando al margen el proceso independentista para evitar que la alcaldesa, Ada Colau, haga la "revolución" logrado una mayoría en las elecciones municipales de 2019.
Si Colau ha podido gobernar ha sido porque no sólo ha tenido socios en su Gobierno, sino también cómplices en la oposición, en la que la fragmentación política y el proceso independentista han sido sus aliados para impedir una "alternativa sólida", ha aseverado Fernández en un acto para valorar los dos primeros años de mandato.
Ha apostado por una Barcelona construida desde la centralidad, porque considera que ahora está escorada en la izquierda más extrema y complaciente con el independentismo, y ha defendido principios como el compromiso social, la colaboración público-privada, la libertad de elección, el derecho a la propiedad, la iniciativa privada, la solvencia económica y la seguridad jurídica.
"Ada Colau quiere convertir Barcelona en su comuna. Pretende dejar atrás la vieja lucha de clases comunistas por el enfrentamiento social de barrios", ha aseverado Fernández, quien ha dicho que Colau rechazaba los coches oficiales y que ahora ya no se baja de ellos.
Considera que Colau gobierna de forma absoluta, excluyendo e insultando a los que no piensan como ella --ha lamentado desprecios a la Corona, a la Iglesia y a las Fuerzas Armadas--, una política que pasa del escrache de la Colau activista al "escarnio" de la Colau alcaldesa, según Fernández, que ha dicho que ésta ha fomentado la 'turismofobia'.
Ha aseverado que "hace política pero no gobierna y gesticula para poder hacer la revolución en 2019 con una mayoría amplia" que ahora no tiene, y que dice dialogar pero gobierna por decreto, en una ciudad donde los 'manteros' persiguen a la policía y los 'okupas' son los únicos propietarios que la alcaldesa reconoce, según él.
Ha sostenido que el Gobierno municipal ha convertido la ciudad en "la Barcelona ni-ni de Colau", porque no ha sido capaz de aprobar ni las Ordenanzas Fiscales, ni el Plan de Actuación Municipal (PAM) ni otros planes sectoriales.
ELOGIO AL GOBIERNO CENTRAL
El dirigente popular --que ha sido presentado por el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo-- ha asegurado que lo mejor que ha sucedido a Barcelona en dos años es aquello que no depende de Colau: "La creación de empleo desde que gobierna en España el PP".
Fernández ha criticado que el Ayuntamiento "se ha convertido en el cajero automático de la Generalitat gracias a Colau", y ha asegurado que la independencia une a la alcaldesa con el Govern y que Barcelona les separa, cuando considera que debería ser al revés.
Ha sostenido que el PSC es una "muleta 'podemita' que no cuenta para nada", y ha defendido que la Barcelona actual es consecuencia de 34 años de gobiernos de PSC e ICV, y que Colau pretende ahora remunicipalizar lo que gobiernos del PSC y ecosocialistas privatizaron, como los servicios funerarios, ha dicho.
Fernández ha sido presentado por el delegado del Gobierno central en Cataluña, Enric Millo, quien ha defendido su experiencia --aunque la palabra no guste en un mundo de modas y posverdades, ha dicho-- y su coherencia, que ha contrapuesto a un "relativismo hueco en el que muchas veces se asientan muchos políticos, que mudan según las encuestas".
Al acto, en el Col·legi de Periodistes, han asistido también el subdelegado del Gobierno central, Emilio Ablanedo; el secretario general del PPC, Santi Rodríguez; el delegado del Consorcio de la Zona Franca, Jordi Cornet, y los concejales del PP Ángeles Esteller y Javier Mulleras, entre otros.
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