La CSU carga contra Turquía por desvelar que ha espiado a políticos alemanes

  • Stephan Mayer, un parlamentario alemán de la Unión Social Cristina (CSU), ha criticado este jueves a Turquía por remitir una lista de objetivos de espionaje de los servicios de Inteligencia turcos (MIT) en la que se encontraban dos políticos alemanes al considerar que ha actuado así para tratar de "provocar y desafiar" al Gobierno de Alemania.
DPA/EP

Este miércoles, varios medios alemanes informaron de que el jefe de la BfV --la agencia federal de Inteligencia de Alemania-- había recibido un listado con los nombres unos 300 objetivos de espionaje del MIT, la agencia turca de Inteligencia. De acuerdo con Ankara, compartieron la información con las autoridades alemanas con la esperanza de que colaborasen.

Las fuerzas de seguridad de Alemania, sin embargo, rehusaron cooperar y optaron por avisar a los afectados. La Fiscalía alemana anunció este miércoles que ha puesto en marcha una investigación contra el MIT ante la sospecha de que espió en Alemania a supuestos seguidores del movimiento liderado por el clérigo turco Fethulá Gulen.

"El reconocimiento público de sus actividades de espionaje ha sido un esfuerzo más que evidente por parte del Gobierno turco de provocar y desafiar de manera consciente al Gobierno de Alemania", ha asegurado Mayer, en una entrevista con el diario 'Passauer Neue Presse'.

La CSU forma parte de un grupo parlamentario conjunto con la Unión Democrática Cristiana (CDU), liderado por la canciller alemana, Angela Merkel. Mayer es el portavoz de Asuntos Internos de la CSU, que sólo opera en la región de Baviera, en el sur del país.

"Es muy poco probable que el bando turco haya sido tan inocente como para asumir que el dossier no se convertiría en algo de conocimiento público", ha añadido Mayer.

De acuerdo con fuentes cercanas a los servicios de Inteligencia alemanes, la lista está compuesta en su mayoría por individuos con posibles vínculos con el clérigo turco Fethulá Gulen, al que el Gobierno turco culpa del intento de golpe de Estado que tuvo lugar el 15 de julio de 2016.

La asonada militar ha sido utilizada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, como justificación para llevar a cabo una campaña de represión a gran escala contra cualquier tipo de disidencia en Turquía, que ha dejado tras de sí más de 40.000 personas detenidas y cientos de miles de funcionarios públicos suspendidos.

Alrededor de tres millones de personas de origen turco residen actualmente en Alemania. Erdogan llegó a acusar a los dirigentes alemanes de "nazismo" por prohibir actos electorales de políticos turcos de cara al referéndum de abril.

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