Euskadi celebra este domingo las undécimas elecciones autonómicas vascas desde la democracia

  • En estos 36 años ha habido cinco lehendakaris que han gobernado en Euskadi: Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza, Ibarretxe, Patxi López e Iñigo Urkullu.

    El PNV siempre ha gobernado en todas las legislaturas, salvo en la de 2009-2012, años en los que fue el socialista Patxi López quien gobernó Euskadi.

Euskadi celebra este domingo las undécimas elecciones autonómicas vascas desde la democracia
Euskadi celebra este domingo las undécimas elecciones autonómicas vascas desde la democracia
E.P.

Euskadi celebrará este domingo las undécimas elecciones autónomicas vascas desde que se reinstauró la democracia, en las que el PNV siempre ha gobernado en todas las legislaturas, salvo en la de 2009-2012. Esos cuatro años el Ejecutivo lo presidió el socialista Patxi López, tras un acuerdo entre el PP y el PSE-EE que le aupó a la Lehendakaritza, aunque los jeltzales habían sido los más votados.

En los 36 años transcurridos desde las primeras elecciones de 1980 después de la transición democrática, han sido cinco los lehendakaris que han gobernado en Euskadi Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza, Ibarretxe, Patxi López e Iñigo Urkullu.

No obstante, el primer lehendakari de la historia Euskadi fue José Antonio Agirre, elegido el 7 de octubre de 1936 en Gernika, poco tiempo después de que diera comienzo la Guerra Civil y, a su término, el Gobierno vasco se exilió. 

Las primeras eleccciones autonómicas desde la democracia de 1980 se celebraron un año después de la aprobación del Estatuto de Autonomía de Gernika y fueron los únicos comicios en los que se eligieron 60 escaños en lugar de los 75 que a partir de ese momento se han repartido las distintas fuerzas.Carlos Garaikoetxea

Carlos Garaikoetxea fue elegido lehendakari, tras lograr el PNV en esos comicios 349.102 votos, lo que le otorgó 25 escaños, con los que gobernó en solitario. La segunda fuerza, con 11 parlamentarios, fue HB.

Cuatro años después, en 1984, ya con 75 escaños en el Parlamento, el PNV volvió a ser la fuerza más votada, aumentando su representación en la Cámara vasca hasta los 32 parlamentarios, tras lograr 451.178 votos, mientras que el PSE-EE, con 19 escaños, arrebataba a HB el segundo puesto.

Garaikoetxea volvió a ser elegido lehendakari y lideró nuevamente un Gobierno en solitario, aunque en diciembre de ese mismo año, en 1984, dejó la presidencia por diferencias con su partido y fue José Antonio Ardanza el que asumió la Lehendakaritza en enero de 1985 y se alcanzó un pacto de legislatura con los socialistas.José Antonio Ardanza

Fue en 1986 cuando se produjo la escisión en el PNV. El 4 de septiembre de ese año los críticos con la formación conformaron un nuevo partido, Eusko Alkartasuna. Ardanza decidió adelantar las elecciones y el 30 de noviembre de ese año se celebraron unos nuevos comicios vascos, que fueron los únicos en los que el PNV no fue el partido que obtuvo más escaños, sino el PSE-EE, aunque los jeltzales fueron los más votados.

En concreto, el PNV logró 271.208 votos y 17 escaños, mientras que el PSE-EE obtenía 19 parlamentarios con 252.233 sufragios. La nueva formación (EA), se situaba como cuarta fuerza, empatada a 13 escaños con HB. Los jeltzales asumieron la Lehendakaritza y gobernaron en esa legislatura en coalición con el PSE-EE.

En las elecciones de 1990, el PNV ganó los comicios, tanto en votos (289.701) como en escaños (22), situándose como segunda fuerza el PSE-EE. En principio, la formación jeltzale no tuvo a los socialistas como socios de Gobierno, sino a EA y EE, aunque, en 1991, diferencias con Eusko Alkartasuna hizo que se rompiera el acuerdo con esta formación y, tras una negociación, el PSE-EE se sumó al Ejecutivo de coalición con PNV y EE.

En 1994 se inició una legislatura tras las elecciones del 23 de octubre de ese año en las que el PNV fue el partido más votado y obtuvo 22 escaños. José Antonio Ardanza, que nuevamente era el candidato del PNV a la Lehendakaritza, fue elegido presidente del Gobierno vasco y, en esta ocasión, alcanzó un pacto de Gobierno con los socialistas y Eusko Alkartasuna.Juan José Ibarretxe

Sin embargo, en junio de 1998 el PSE-EE abandonó el Ejecutivo por diferencias con sus socios y, en octubre de ese año, los vascos volvieron a las urnas, donde revalidaron su triunfo, en en esta ocasión con Juan José Ibarretxe como candidato. El partido dirigido entonces por Xabier Arzalluz obtuvo 21 escaños, uno menos que en la anterior cita, mientras que el PP, por primera vez, se situaba como segunda fuerza.

Ibarretxe fue elegido lehendakari con mayoría absoluta con los votos del PNV, de EA y de EH. Ésta fue la primera vez que la izquierda abertzale apoyó la elección del presidente del Gobierno vasco. En esa legislatura, el PNV gobernó junto con EA y también alcanzó un pacto de legislatura con EH.

Las siguientes elecciones, las de 2001, fueron en las que mejores resultados obtuvo el PNV, que, en esa ocasión, por primera vez, se presentó en coalición con EA desde la escisión. Juntos lograron 33 escaños. Por su parte, el PP, con el exministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, como candidato a lehendakari, logró su mejor resultado en unas autonómicas y consiguió 19 escaños, repitiendo como segunda fuerza.

PNV y EA llegaron a un acuerdo con Ezker Batua, que obtuvo tres escaños en esas elecciones, y ambos conformaron un Gobierno tripartito para esa legislatura, que fue en la que Juan José Ibarretxe presentó su propuesta de Nuevo Estatuto Político, rechazada el 1 de febrero de 2005 por el Pleno del Congreso.

También en esa legislatura, en el año 2003, el Tribunal Supremo acordó la ilegalización de Batasuna, Euskal Herritarrok y Herri Batasuna, al considerar que estas formaciones eran "el complemento político de ETA".

En las elecciones de abril de 2005, PNV y EA concurrieron nuevamente en coalición y fueron los más votados, aunque con menos escaños (29), mientras el PSE-EE, con Patxi López como candidato, arrebató al PP la segunda fuerza.

Ibarretxe fue elegido lehendakari con los 32 votos de PNV, EA y EB y dos que le prestó EHAK, lo que sumó 34 respaldos, frente a los 33 que recabó el aspirante socialista, Patxi López, de su partido y del PP. El lehendadakari repitió el tripartito conformado por PNV, EA y EB-Berdeak, que volvió a obtener tres representantes.

Cuatro años después, en 2009, PNV y EA concurrieron por separado y la formación jeltzale fue la más votada con 30 escaños y, como segunda fuerza, se situó el PSE-EE, que había presentado a Patxi López nuevamente como candidato a lehendakari.

Estas elecciones de 2009 fueron las primeras autonómicas en las que no estuvo presente la izquierda abertzale, ya que el TC confirmó la decisión del TS de anular la proclamación de las candidaturas de Askatasuna y de Demokrazia 3 Milioi (D3M) con las que pretendia concurrir a los comicios.Patxi López y el cese de la violencia de ETA

Tras esos comicios, un acuerdo entre el PSE-EE y el PP permitió a Patxi López acceder a la Presidencia del Gobierno vasco y se convirtió en el primer lehendakari no nacionalista de la historia. El 7 de mayo de 2012, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, dio por roto el acuerdo y en agosto López anunció un adelanto de las elecciones autonómicas, que se celebraron el 21 de octubre de 2012, cuando, en principio, estaban previstas para marzo de 2013.

En la legislatura presidida por Patxi López fue cuando ETA anuncia el cese definitivo de su actividad armada, en concreto, el 20 de octubre de 2011.Íñigo Urkullu

En las elecciones de 2012, el PNV, con Iñigo Urkullu como candidato a Lehendakari, volvió a ganar con 27 escaños, mientras el PSE-EE pasó de 25 a 16 escaños, y cedió el segundo puesto a EH Bildu, la coalición soberanista conformada por la izquierda abertzale, Alternatiba, Aralar y EA, que se presentó por primera vez a unas autónomicas y logró 21 parlamentarios.

Urkullu se convirtió en lehendakari y optó por gobernar en solitario en esta legislatura, aunque en septiembre de 2013 el PNV y el PSE firmaron un 'Acuerdo para una Euskadi más moderna, solidaria, sostenible y competitiva', que recogía el impulso a la economía productiva y la creación de empleo, la reforma de la fiscalidad y la lucha contra el fraude, la revisión de la arquitectura institucional y el sostenimiento de los servicios públicos esenciales.

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