Guerra pide al PSOE pensar en el interés del país, no sólo en la "dignidad ultrajada", pero evita hablar de abstención

Así lo asegura el que fuera vicepresidente del Gobierno y 'número dos' del PSOE en un artículo en la revista 'Tiempo', recogido por Europa Press, en el que no menciona la abstención que discutirán los socialistas en el Comité Federal del próximo domingo, pero sí cuestiona el argumento de quienes dicen preferir las terceras elecciones a un gobierno del PP.

A su juicio, ambos términos no son "excluyentes", sino, más bien, "la realidad dicta que sería aún más probable ese gobierno" si hay que volver a las urnas en diciembre.

"TENER RAZONES NO SIEMPRE SIGNIFICA TENER RAZÓN"

Guerra apunta también que quienes "se sienten incómodos con la formación de un gobierno del partido que ganó las elecciones tienen razones" para sostener lo contrario, y, como ejemplo, habla de los "recortes" del PP y "la vergonzosa trama de corrupción" que les ha afectado, pero recalca que "tener razones no siempre significa tener razón".

"No se puede actuar solo en función de la dignidad ultrajada de cada persona, hay que considerar lo que afecta a la colectividad", afirma en el artículo, que titula 'Las consecuencias de nuestros actos'.

Además, el exvicepresidente cuestiona también el sistema de primarias y las consultas a la militancia como fórmula de funcionamiento en el partido.

En concreto, avisa de que las primarias reducen "la marcha de la organización a la conexión del líder y las bases, eliminando de facto la estructura partidaria" y añade que, aunque la posibilidad de acudir a las bases de manera "permanente" es "un aliciente para los militantes en la edad de las redes sociales", no considera "muy compatible aspirar a dirigir un colectivo y preferir que las decisiones las tomen otros".

Guerra --que acusa además a Podemos de ser el culpable de que hoy no haya un Gobierno de centro izquierda en España-- también se refiere al "espectáculo lamentable" que se vivió el 1 de octubre en el PSOE, pero reparte las responsabilidades.

Así, subraya que la dimisión de la mitad de los miembros de la Ejecutiva "estatutariamente significaba el cese del secretario general", que no dimitió, pero también apunta que "si no se hubiese evitado la dimisión colectiva de los miembros de la dirección" la reunión del Comité Federal "hubiese sido una más, importante desde luego" pero dentro de "la práctica habitual de un partido democrático.