El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó este martes que su gobierno inició contactos con la oposición para establecer un diálogo sobre la crisis del país, asegurando tener respaldo del Vaticano, pero dio por "muerto" el referendo revocatorio exigido por sus adversarios.
"Quieren resucitar a un muerto y, más temprano que tarde, el pueblo venezolano y las leyes venezolanas terminarán de enterrar en paz el fraude que cometieron", dijo Maduro, que reiteró denuncias del chavismo sobre supuestas irregularidades en la recolección de firmas que habilitaron a la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) como promotora de la consulta.
En su programa semanal de televisión, el mandatario aseguró que la iniciativa cuenta con el apoyo del papa Francisco, según le comunicó Ernesto Samper, secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
"Samper me entregó una carta del papa Francisco (...) El papa Francisco se compromete con los diálogos de paz", manifestó.
Unasur auspicia una misión internacional liderada por el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que inició gestiones en mayo para entablar conversaciones entre gobierno y oposición.
Según Maduro, en encuentros sostenidos el viernes y el sábado últimos "se fijó una ruta de posibles reuniones en septiembre y octubre".
Aunque Maduro renovó su invitación a conversar, acusó a dirigentes opositores de violar acuerdos para mantener los acercamientos en secreto e insistió en denunciar planes para generar violencia y propiciar un golpe de estado en su contra.
"Ratifico mi convocatoria al diálogo, pero esta gente no tiene palabra", expresó el gobernante, quien prometió actuar con "mano de hierro".
Más temprano, este martes, el dirigente oficialista Jorge Rodríguez había revelado que se habían dado "reuniones preparatorias" para las negociaciones.
En un comunicado, la MUD reconoció los contactos, aunque aclaró que su objetivo es "explorar" el diálogo como vía para celebrar el revocatorio este año.
A la vez, ratificó su llamado a una protesta nacional el viernes para exigir al Poder Electoral fecha y condiciones para recaudar cuatro millones de rúbricas requeridas (20% del padrón) para convocar la consulta.
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