A finales de septiembre, la comisión nacional de Justicia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) acordó retirar los derechos partidistas de siete de sus militantes, entre ellos los de Duarte, que está siendo investigado por tres delitos, entre ellos los de enriquecimiento ilícito y malversación de fondos.
Ríos estará al mando del Gobierno estatal hasta que concluya su mandato, el próximo 30 de noviembre de este año.
Tras conocerse el sucesor de Duarte, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha aireado su indignación ante lo que cree que es un nombramiento que tiene como objetivo colocar a otra persona que "siga haciendo tropelías". "Más que indignados, estamos encabronados", ha criticado Isael Cantú, expresidente del partido en Veracruz, según declaraciones recogidas por el diario 'Excélsior'.
El PRD ha pedido que Duarte sea vigilado para evitar su fuga y que se le incauten todos sus bienes "mal habidos" y sean devueltos a la Tesorería veracruzana.
Tras abandonar su cargo, Duarte ha asegurado que "servir al pueblo veracruzano ha sido un privilegio y el más alto honor" de su vida.
Por su parte, Ríos se ha comprometido a asumir el cargo "con responsabilidad política y alto compromiso social", prometiendo basarse en "la ley para atender las demandas de los ciudadanos" así como "actuar con unidad, seriedad y eficacia".
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