En declaraciones a Europa Press, ha admitido que es una "situación complicada" porque alguien "ha querido hacer un bien a un tercero" y al final le repercute, lo que demuestra, en su opinión, que los alcaldes "se la juegan" y están siempre "al borde de situaciones complejas".
Sobre el futuro político de la senadora tinerfeña, ha explicado que se va a analizar la situación en el partido con el fin de adoptar la medidas pertinentes.
En un auto judicial conocido estos días se concluye que hay indicios de prevaricación en una veintena de contrataciones realizadas por la exalcaldesa en 2011 y 2012, y por su condición de aforada, el magistrado solicita que la causa pase al Tribunal Supremo.
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