"Ha sido principalmente una crisis mediática, sobre distintas personalidades y cómo han actuado y se han presentado al público (...) ello me da esperanza habría sido más complicado si la crisis fuera política", ha asegurado el diputado Anders Schröder, en declaraciones para Radio Sweden.
No obstante, para otros parlamentarios como Anette Martenson, de Lund, la crisis ha sido una señal de que entraron en el Gobierno "muy rápido". "No nos hemos dado cuenta de lo que es estar en el Gobierno, y al mismo tiempo ser un partido", ha asegurado.
La conferencia, que ha tenido lugar en Karlstad, ha evidenciado que el partido está viviendo una transición de ser un partido opositor a formar parte del Gobierno.
En la superficie, las turbulencias llegaron después de que un ministro cenara con representantes de extrema derecha y tuviera dificultades para admitirlo, convirtiéndose esto en un tema controvertido, además un candidato a un alto cargo del partido que rechazó estrechar la mano a una mujer por sus creencias religiosas, lo que llevó a una crisis más aguda en el partido sobre sus postulados sobre el feminismo, y sí la formación estaría dispuesta a ceder en algunos valores fundamentales, para permitir ser elegidos representantes a miembros de grupos minoritarios .
Esto llevó a una crisis de liderazgo y al principio de la pasada semana una de las líderes, Asa Romson, anunció su dimisión. Este fin de semana se decidió que Lövin reemplazaría a Romson como portavoz femenina, mientras el portavoz masculino, Gustav Fridolin, consiguió la reelección.
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