Paul Magnette, el indomable valón que bloquea acuerdo comercial UE-Canadá

Hace más de una década el líder de la pequeña región belga de Valonia, Paul Magnette, era un atractivo profesor universitario especialista del proyecto europeo, ahora lidera el rechazo a un acuerdo comercial con Canadá que podría sumir a la UE en una nueva crisis.

"Existe un verdadero orgullo político en decir 'Stop' en un momento dado", repite Magnette a sus interlocutores internacionales, muchos de los cuales descubren por primera vez esta región francófona de unos 3,6 millones de habitantes del sur de Bélgica.

Nacido en Lovaina hace 45 años, este doctor en ciencias políticas y profesor universitario, para quien "nada es imposible en política", se forjó una reputación de fino conocedor del proyecto europeo entre los corresponsales que requerían sus análisis a principios de los años 2000.

Su carrera dio un giro de 180 grados en junio de 2007 cuando, ante la sorpresa general, el entonces líder del Partido Socialista francófono Elio di Rupo le encarga mediar en la ciudad valona de Charleroi, donde el equipo de gobierno socialista afronta escándalos de corrupción.

En pocas semanas, Magnette consigue que los diputados inculpados dimitan y su rostro, de mandíbula prominente y barba de tres días, pasa a ser familiar para el gran público.

Ya lanzado en política, batalla como ministro federal de Energía con el gigante eléctrico Electrabel para obtener una importante contribución de los productores de electricidad nuclear al presupuesto federal.

En 2010 se convierte en senador y dos años después en alcalde de Charleroi, un cargo que todavía ocupa pero que no puede ejercer al ser jefe del gobierno regional valón.

Paul Magnette representa la imagen moderna y, para muchos, el futuro del Partido Socialista francófono, cuya dirección asumió en 2013 cuando Di Rupo accedió al cargo de primer ministro belga.

Capaz de movilizar a las tropas socialistas de Valonia, región dominada por su formación política desde hace unos 40 años, Magnette participa activamente en la campaña de las legislativas de 2013.

Al hablar mejor holandés que muchos responsables valones, protagoniza un arduo debate en televisión contra el alcalde de Amberes, el nacionalista flamenco Bart de Wever, uno de los políticos más poderosos de Bélgica.

El PS pierde no obstante las elecciones y Di Rupo retoma el control del partido. Magnette accedió, por su parte, a la presidencia de la región de Valonia en julio de 2014, tras aliarse con los centristas.

Su política regional pasa por la modernización de la economía, apoyándose especialmente en las nuevas tecnologías y la inversión extranjera.

Amenazado en su flanco izquierdo por la subida de la formación de extrema izquierda Partido del Trabajo de Bélgica (PTB) este padre de cuatro niños se libra desde hace un año a una lucha contra los tratados comerciales negociados con Estados Unidos (TTIP) y Canadá (CETA), en nombre de la defensa del modelo social europeo.

Esta posición incomoda a los mandatarios de una Unión Europa debilitada por una serie de crisis. "Yo no busco crear una crisis en Europa, es sólo lo que está sucediendo", explicó el jueves. Los 28 estaban advertidos.

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