UKIP busca sucesor de Farage y sobrevivir a su gran triunfo en el Brexit

Logrado su gran objetivo, la salida británica de la Unión Europea, el Partido para la Independencia del Reino Unido (UKIP) empieza este viernes su reinvención eligiendo al sucesor de Nigel Farage, su única cara visible.

La formación, tercera del país en número de votos pero con un solo diputado por culpa del sistema electoral británico, celebra su congreso de otoño este viernes y el sábado en Bournemouth, en el sur de Inglaterra.

Será este mismo viernes cuando se conozca al sustituto de Farage, que abandonó soprendentemente la jefatura del partido después de la victoria del Brexit en el referéndum de la UE del 23 de junio.

"Juntos hemos cambiado el curso de la historia británica. Y nos cargamos a un primer ministro. Y nos libramos de su ministro de Finanzas. Y de un comisario europeo. Prometí que causaríamos un terremoto en la política británica. Lo hemos hecho. Y la pregunta es, ¿ahora qué?", dijo Farage en la apertura del congreso, aludiendo a la dimisión de David Cameron y otras consecuencias del Brexit.

"Hemos ganado la guerra. Ahora tenemos que ganar la paz", sentenció, alertando de que los conservadores de la primera ministra Theresa May les robaron sus ideas.

Este eurodiputado, un personaje central en este partido antieuropeo y antinmigración desde 1993, justificó su salida por haber logrado, con el Brexit, la gran ambición de su vida.

La portavoz de asuntos nacionales del partido, Diane James, es la gran favorita, por delante de sus otros colegas eurodiputados Jonathan Arnott y Bill Etheridge, la concejal municipal Lisa Duffy y los dirigentes del partido Elizabeth Jones y Phillip Broughton.

Pero la elección está marcada por los problemas desde su inicio.

El portavoz del partido en temas de inmigración, Steven Woolfe, que era el gran favorito, presentó su candidatura 17 minutos después del límite el 31 de julio, alegando problemas informáticos.

El comité ejecutivo del partido -"unos totales amateurs", en palabras de Farage- resolvió que Woolfe no podía participar en las elecciones, lo que provocó la retirada de tres candidatos.

"Si no hacemos esto bien, si no conseguimos un líder competente que se sienta cómodo ante la prensa, el partido podría desaparecer", advirtió Michael McGough, uno de los que se retiró.

Woolfe tenía el apoyo de Farage y de Arron Banks, el millonario que es la principal fuente de financiación del partido y que estimó que la exclusión del candidato fue un "golpe de Estado" orquestado por Douglas Carswell, el único diputado del partido.

Banks podría dar el golpe de gracia al UKIP si decide dejar de apoyarlo. Según el diario The Times, está considerando fundar otro movimiento dirigido a los que votaron a favor del Brexit.

"El futuro del UKIP es incierto", dijo a la AFP Matthew Goodwin, un experto en este partido, profesor de la Universidad de Nottingham.

"Tras la victoria del Brexit, el partido ha quedado seriamente dividido en facciones y podría tener difícil mantener el apoyo público de los conservadores sociales en el actual panorama político", argumentó Goodwin.

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