Verónika Mendoza la izquierdista que aspira a la presidencia de Perú

Verónika Mendoza se ha ido creciendo a lo largo de la campaña electoral peruana. De ser una congresista de izquierda casi desconocida, su mensaje articulado y su convicción de "sí se puede" la ha llevado a las puertas de una segunda vuelta.

Hace dos meses tenía menos del 2% de la intención de votos, ahora pelea voto a voto con el derechista Pedro Pablo Kuczynski para pasar a una segunda vuelta y enfrentar en balotaje el próximo 5 de junio a Keiko Fujimori, hija del condenado expresidente Alberto Fujimori.

Unas décimas la separan según los sondeos de boca de urna de su inmediato competidor, Pedro Pablo Kuzcynski para alzarse con el segundo puesto.

De madre francesa amante de la historia andina y padre quechuahablante cusqueño, "Vero", que habla francés y quechua, se acerca más al "sí se puede" del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que al chavismo con que la compara la derecha de su país.

La madre quería ponerle Micaela de nombre, en honor a Micaela Bastidas, la valiente esposa de Túpac Amaru, líder indígena que dirigió la mayor rebelión anticolonial en Perú, como presagiando que su hija, a la que le fascinaba vestirse de ñusta (princesa inca), fuese a encabezar el primer gobierno de izquierda en la historia del Perú.

Sus padres, ambos profesores, Marcelino Mendoza y Gabrielle Frisch D'Adhema siempre fueron de izquierda, lo que sin duda influyó en que desde pequeña, Verónika se acercara a los campesinos y a las luchas sociales.

A los 19 años tras dejar arqueología viajó a Francia para estudiar psicología en la Universidad Denis Diderot, luego hizo un máster en Ciencias Sociales en la Sorbona y un Máster en Educación en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid.

Laboró como profesora de español en el Instituto Academia de París, en la Asociación Pukllasunchis de Cusco y como docente de diplomado en la Universidad Nacional del Altiplano-Puno.

También se pagó su estadía en Francia con trabajos en un restaurante de comida rápida donde freía papas y hamburguesas, y cuidaba niños en sus tiempos libres.

Integró una Asociación de Peruanos para ayudar a compatriotas. En esa tarea conoció a Ollanta Humala y a su esposa Nadine Heredia, y militó en el Partido Nacionalista Peruano.

Salió elegida congresista en 2011 por el nacionalismo y no dudó en romper con el presidente Humala y su agrupación en junio del 2012, tras la represión a protestas ambientales contra la minera Xstrata que dejó tres campesinos muertos en Cusco.

Verónika Mendoza, de 35 años, madre de una niña, obtuvo la candidatura del Frente Amplio en elecciones internas en las que venció al religioso y ambientalista Marco Arana.

Una de sus propuestas cuestionadas es el cambio de la Constitución en reemplazo a la del 1993 aprobada durante el gobierno de Alberto Fujimori tras el autogolpe de 1992. Sus adversarios enarbolan el miedo y dicen que si llegara al gobierno las inversiones abandonarían el país.

Si llegara a la presidencia, lo que le convertiría en la primera mujer en lograrlo en Perú, esta luchadora de pelo largo negro y sonrisa amplia, enfrentará a un Congreso fragmentado donde el partido mayoritario será el de Keiko Fujimori, Fuerza Popular (derecha).

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