Cataluña. La fundación de aznar avisa de que quebec es más "pobre" y tiene "menos peso" desde su primer referéndum


La Fundación FAES, que preside José María Aznar, advirtió este jueves en plena ofensiva soberanista en Cataluña de que la provincia de Quebec es “más pobre” y tiene “menos peso” en el conjunto de Canadá desde que celebró su primer referéndum en 1980.
En un documento publicado bajo el título ‘Elecciones y lecciones en Quebec, ¿se ha puesto punto final a cuatro décadas de parálisis debidas al independentismo?’, FAES avisa de las consecuencias económicas de los referendos independentistas convocados en la provincia, en 1980 y 1995, y del punto de inflexión que supusieron las elecciones del pasado abril, en las que el Parti Québécois cosechó su peor resultado en más de 40 años.
“En los años transcurridos desde la celebración del primer referéndum en Quebec, en 1980, la provincia es más pobre y tiene menos peso en el conjunto de Canadá. El independentismo ha tenido como resultado más palpable hacer a Quebec más débil”, afirma el texto, escrito por el profesor titular de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid Ángel Rivero.
A este respecto, el informe de la fundación que preside Aznar confía en que “ilumine” también a aquellos que imitando la política de Quebec “en otros lugares acariciaban llegar a fines parecidos utilizando los mismos instrumentos”.
“A pesar de las diferencias entre Canadá y otros países que enfrentan desafíos secesionistas hay mucho que aprender de la comparación y la lección canadiense es muy valiosa”, defiende Rivero.
Entre esas lecciones aprendidas, FAES alerta además de que “la movilización de la identidad necesita de una respuesta inteligente y amplia en la que los sentimientos se vean aplacados por el debate racional”.
Según el profesor de la Autónoma, las elecciones de abril pusieron de relieve que era necesario "cambiar el lenguaje de la discusión política de Quebec" y "sacar a la luz el elevado coste que para los quebequeses significaría renunciar a su condición de canadienses". "Un coste que no se valida únicamente en términos económicos sino también de identidad colectiva”, apunta. En esa línea, el documento de FAES defiende que “tan importante como calmar la ansiedad identitaria es focalizar el debate sobre los costes de la secesión”.
En su opinión, “los independentistas presentan los procesos de secesión como operaciones en las que únicamente se producen ganancias y donde del lado de las pérdidas la columna queda vacía", afirma.
Incide en que "dichos procesos dan lugar a situaciones cuyas consecuencias perduran durante generaciones de forma irreversible y que precisan, por mucho que se empeñen los independentistas, de una cantidad de tiempo, esfuerzo y recursos inmensos que aquellos involucrados deben conocer previamente para poder decidir en libertad”.
Rivero reconoce que “podríamos encontrarnos ante un cambio radical en el sistema político quebequés, donde por primera vez la política identitaria ya no sería patrimonio del PQ", pero descartó que se pueda contestar a la pregunta sobre "si estamos ante el fin del ciclo soberanista-independentista en Quebec".

Mostrar comentarios