Cinco brochazos sobre cinco presidentes de la democracia

Iñaki Anasagasti traza en 'Jarrones Chinos' (La Esfera de los Libros) los perfiles de los expresidentes de la democracia, a partir de impresiones, experiencias, la perspectiva histórica y el relato de otros protagonistas de la política a partir de la Transición.

Adolfo Suárez. Anasagasti le considera el presidente de todos, un político valiente y honesto y entregado. "Se ganó el Premio Euskadi". Así le define en este libro en el que recuerda cuando el PNV le otorgó este reconocimiento. Era 1983, estaba en el grupo Mixto y "nadie daba un duro por él". "Creo que Suárez alucinó aquella noche. Allí estaba todo el PNV haciéndole un homenaje a él, a un antiguo secretario del Movimiento, un hombre al que habían plantado los mismos que ahora le piden perdón". El senador vasco escribe que "ha quedado para la historia que Suárez supo desmontar el tinglado franquista porque lo conocía muy bien, aunque fuera incapaz después de sostener un partido político de centro en democracia".

Leopoldo-Calvo Sotelo, el 'Buster Keaton de La Moncloa'. Anasagasti dice que "habría sido un buen presidente de Finlandia, Islandia o de los gobiernos tecnocráticos de Carrero Blanco". Le compara con Buster Keaton por su "imagen inexpresiva de caro de palo" y señala que era "un hombre de otra época, incapaz de comprender que la política no solo se hace con números, sino con seres humanos". Elogia su inteligencia y cultura. "Era buen escritor". De su etapa política, dice: "Tuvo ideas claras con el ingreso en la UE y en la OTAN, con un discurso entendible y estructurado. Sin embargo, fue el sepulturero de la UCD".

Felipe González, 'el Gatopardo Sevillano'. Del expresidente del Gobierno que estuvo más tiempo en el poder escribe: "Dotado de evidente encanto y con una oratoria envolvente, buen porte, simpático y más atractivo con sus 202 diputados (…) Modernizó muchas cosas, pero no se la jugó en lograr un Congreso de los Diputados que controlara mejor al poder". Anasagasti recoge extractos del libro de José Bono, del que dice que es el dirigente socialista que de forma más clara ha hablado sobre los GAL. A Felipe González, le considera "responsable de los GAL, por acción u omisión". "Me gustaría que escribiera sus memorias. No lo hará porque sus omisiones serán tan clamorosas que centrarían los comentarios. Es un hombre capaz de decir una cosa y su contraria y sigue manteniendo su verbosidad y encanto de hombre de Estado a flor de piel".

José María Aznar, el 'nacionalista español en estado puro'. Anasagasti cuenta en el libro una anécdota en Moncloa, cuando el expresidente le echó una bronca por las relaciones del PNV con HB. Era julio de 1998 y acababan de mantener un almuerzo con otros portavoces parlamentarios y el vicepresidente Francisco Álvarez-Cascos. "Aznar me echó una bronca monumental a cuenta de nuestras relaciones con Batasuna (…) Me mantuve firme y le dije que no se confundiera (…) En el Gobierno nos atacaban con todos sus medios". Anasagasti describe a Aznar como "un incómodo jarrón chino aparcado en FAES, como Churchill queriendo volver a la arena y a volver a ser el gladiador del Reino".

José Luis Rodríguez Zapatero, 'el supervisor de nubes acostado en una hamaca". Anasagasti le considera un expresidente anodino. "Defraudó a mucha gente, entre ellos a mí (…) Tuvo todo para pasar a la historia y despreció la oportunidad por ese talante improvisador y despreciador". Según el político vasco, "es otro de los socialistas que no hace socialismo". Un atributo que le da a Zapatero es haber sido "el presidente más rendido a la Monarquía" y "uno de los grandes responsables del descrédito" de la Corona por "permitirle todo a un jefe del Estado tan ligero".