Francia debate una ley para liberalizar la economía y simplificar trámites

París, 26 ene.- La cámara de diputados francesa inició hoy el debate de un proyecto de ley del Gobierno socialista que pretende liberalizar varios sectores, simplificar muchos procedimientos e imponer transparencia para "dar vitalidad a la economía".

"Nuestro país está entre la espada y la pared y el 'statu quo' no es una solución. Necesitamos una solución", destacó el ministro de Economía, Emmanuel Macron, en la presentación en el plenario de la Asamblea Nacional de este texto al que le ha dado su nombre.

Uno de los puntos más polémicos del proyecto, que se desgrana en 202 artículos, y para el que se han presentado 3.000 enmiendas, es dar la posibilidad de que los alcaldes autoricen a las tiendas su apertura hasta un máximo de 12 domingos anuales.

El trabajo dominical en el comercio -criticado desde sectores de la izquierda política, pero también desde esferas conservadoras- estará condicionado a que haya un acuerdo sectorial o de empresa, que será el que fije el monto de la compensación suplementaria para los asalariados.

Otro aspecto sensible es la reforma de las profesiones jurídicas como los notarios o los mandatarios judiciales, con una liberalización de muchas de sus tarifas y la posibilidad de que abran nuevos gabinetes que aumenten la competencia.

Macron lo justificó para permitir el acceso a los jóvenes que tienen las titulaciones requeridas para ejercer esas profesiones, pero que tienen ahora vetado el acceso.

El ministro insistió en que "dar más vitalidad a la economía es abrir nuevos sectores, como el transporte interurbano con autocar", que supondrá terminar con el casi monopolio que actualmente tiene la compañía ferroviaria en los trayectos interiores en Francia.

Según su argumentación, el autobús es un medio de transporte más ecológico que el coche particular, permitirá viajar con más facilidad a colectivos a los que el precio puede disuadir y su desarrollo generará actividad y empleos.

Para ilustrar su potencial, indicó que el pasado año sólo utilizaron el autobús en Francia para trayectos interurbanos 110.000 viajeros, frente a 8 millones en Alemania y 30 millones en el Reino Unido.

El titular de Economía avanzó que "esta ley aportará más transparencia en el seguimiento de las concesiones de autopistas", con el reforzamiento de la autoridad reguladora, que tendrá más competencia, por ejemplo en el control de las tarifas de peajes o en la atribución de los contratos de obras de renovación.

Uno de los ejes de su propuesta es simplificar muchos procedimientos que tienen que cumplir las compañías y proteger a los empresarios, a los que en caso de quiebra no se les podrá expropiar la vivienda familiar.

Igualmente habrá una simplificación en el dispositivo de la Magistratura de Trabajo, para que su acción sea "más previsible, y al final más eficaz".

El proyecto de ley Macron debe ser sometido al voto el próximo 10 de febrero, y se prevé que entonces no reciba el apoyo de algunos diputados socialistas del ala más izquierdista, pero sí el de numerosos parlamentarios de centro y de derechas.

Y eso, pese a que el presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), el exjefe del Estado Nicolas Sarkozy, haya pedido pronunciarse en contra.

Según un sondeo publicado hoy por "Les Echos", el texto recibe una acogida favorable del 61 % de los franceses, con un porcentaje casi equivalente entre los votantes de partidos de izquierdas y de derechas.