La disciplina de voto en España, otro déficit democrático que no se da en Europa

    • Esta semana hemos visto cómo los parlamentos griego y alemán votaban el rescate griego con decenas de díscolos en sus partidos
    • En España las listas cerradas y bloqueadas y las sanciones de los partidos impiden esa libertad de voto que otorga la Constitución. 
El Congreso respalda el acuerdo de rescate a Grecia con el apoyo de PP, PSOE, UPyD, CDC y UDC
El Congreso respalda el acuerdo de rescate a Grecia con el apoyo de PP, PSOE, UPyD, CDC y UDC

Los parlamentos griego y alemán han sometido a votación el tercer rescate de la Unión Europea a la economía griega. En ambos parlamentos se dio luz verde de forma arrolladora a dicho rescate pero sin embargo llamó la atención el número de díscolos por parte del partido gobernante que dejó la votación.

En el caso de Alemania hasta 63 diputados de la CDU votaron en contra del paquete de medidas que daba 86,000 millones a Grecia. Poco importó porque el parlamento alemán lo aprobó con una abrumadora mayoría ayudado por el otro socio de la gran coalición, los socialdemócratas. Con amplia mayoría, 454 a favor y 113 en contra, el programa ha pasado por la cámara alemana sin grandes problemas.  En las filas del partido de centro izquierda también hubo díscolos. Hasta cuatro parlamentarios votaron en contra. La izquierda de Die Linke ha aportado 45 "no" en la votación. Un diputado de los verdes también les ha acompañado, cuando su partido optaba por el 'sí'.Los diputados alemanes están sujetos solo a su conciencia

Los diputados, según la Constitución alemana, no están ligados a ningún mandato y están sujetos "únicamente a su conciencia". Además, la norma dice que no pueden ser "responsabilizados" ni sometidos a un procedimiento judicial o disciplinario como consecuencia de su voto.

En Grecia el texto, que obtuvo 222 votos a favor, 64 en contra y 11 abstenciones, fue aprobado gracias a los votos de la oposición. El parlamento griego aprobó el tercer rescate, a mediados de agosto, gracias a los votos de Nueva Democracia y el PASOK y los 118 votos de la coalición gobernante de Syriza y Anel. Lo que quiere decir que 44 votos negativos han venido de estos dos últimos partidos que son los que sustentaban el gobierno de Tsipras.En España la obediencia al partido vence a la libertad

Analizar estos casos provoca cierta envidia. ¿Se imaginan que ocurriera algo parecido en España?. Francamente es algo muy difícil. En España se votó el rescate griego sin fisuras en los grandes y pequeños partidos. El Congreso de los Diputados aprobó por 297 votos a favor, 20 en contra y cinco abstenciones el tercer rescate a Grecia. Los diputados de PP y PSOE votaron a favor mientras que los votantes de IU votaron en contra.

¿Acaso todos los diputados del PP están a favor del rescate griego? ¿No habrá alguno que le parezca que ya España ha aportado demasiado dinero? ¿En el PSOE no hay nadie que crea que el rescate es seguir con la austeridad? ¿Y en IU hay ningún diputado que opine que es lo menos malo que le puede ocurrir al pueblo griego?. Seguramente sí, pero la cultura democrática que impera en nuestro país no se lleva bien con la libertad de voto. El grupo parlamentario fija la posición del partido y los diputados votan lo que se les pide.La Constitución permite votar contra del partido, pocos lo hacen

Todo eso a pesar de que la Constitución, como lo hacen otras europeas, permite lo contrario. La Constitución incluye en su artículo 67 que "los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo" y el 79 dice que "el voto de senadores y diputados es personal e indelegable".

La Constitución francesa por ejemplo dice que el mandato imperativo a la hora de votar es "nulo" y que el derecho a voto de los parlamentarios es "personal", aunque sí hay disciplina de voto en los partidos. Es un caso parecido al de España pero sin embargo el país vecino ha vivido votaciones polémicas en las que parte del partido que apoya al Gobierno ha dado la espalda al ejecutivo. Así pasó a principios de año cuando hasta 40 diputados socialistas amenazaron con votar en contra de la ley Macron. Finalmente tuvo que aprobarse por decreto por temor a los disidentes.

En otros países, como en Estados Unidos, los congresistas se eligen de forma diferente y se deben a sus votantes, lo que hace en muchas ocasiones voten diferente a las directrices de repúblicanos o demócratas. En Italia, la Constitución dice exactamente lo mismo que la española, y añade que no se puede pedir explicaciones por el sentido del voto a los diputados. No tienen problema en saltársela. El año pasado Beppe Grillo, pidió la dimisión de los senadores de su partido que votaron a favor del nombramiento de Pietro Grasso, del PD, como presidente de la Cámara, cuando él había ordenado que no se votara a favor.

En otros países como en Reino Unido también hay libertad de voto en sus señorías, y como es el caso de Estados Unidos, se deben a sus votantes que han sido elegidos en listas abiertas y en sus distritos. En el mundo del parlamentarismo británico existe la figura del 'Whip', que es el encargado de tratar que los diputados voten lo mismo y de buscar la homogeneidad en el discurso. En España esta posición la suele hacer el Secretario General del Grupo parlamentario. La disciplina de voto incluye sanciones para los díscolos

¿Cuál es la razón para que los diputados de los partidos voten lo mismo? La famosa disciplina de voto. Los partidos políticos imponen una serie de sanciones para aquellos diputados díscolos. Eso limita la libertad para que cada diputado vote en conciencia, una libertad que le otorga la Constitución. 

Existe una reglamentación tanto en el PP como en el PSOE que todos los diputados tienen clara, por la cual al romper con la lealtad de grupo se establecen una serie de sanciones económicas. En el caso del PP, la sanción oscila entre los 100 y los 500 euros, mientras que el PSOE establece sanciones de hasta 600 euros dependiendo de si las sanciones son leves o graves. Esta sanción se descuenta de la nómina siguiente de forma automática

Además de la sanción económica, en el caso de los dos partidos mayoritarios, romper con la disciplina de voto puede salir mucho más caro, sobre todo si tu peso en el partido todavía no es muy elevado. Teniendo en cuenta que el sistema de listas es cerrado, muchos de los diputados deciden votar a favor de cuestiones con las que no están de acuerdo simplemente por temor a no ser incluidos en las siguientes listas y que sus carreras políticas incipientes terminen definitivamente por llevar la contraria a la decisión mayoritaria del grupo.

"El Comité director podrá sancionar la emisión del voto contrario a la orientación acordada por el Grupo, cuando esta se haya realizado de forma voluntaria y haya sido manifestada explícitamente, sin perjuicio del mecanismo disciplinario previsto en los estatutos federales del PSOE", dice el Reglamento del PSOE en sus artículos 33 y 34.Aborto y Catalunya, los temas donde los díscolos actúan

En el caso de PP y PSOE, al tener más diputados, se producen situaciones en las que algún diputado no acaba de 'pasar por el aro' en determinadas cuestiones morales, convicciones religiosas o que afectan negativamente a una región a la que están muy ligados.

La última ocasión fue a principios de julio cuando en el Congreso se votó la minirreforma del aborto. Muchos diputados del PP creen que la reforma se queda corta y amenazaban con votar en contra. Finalmente todo quedó en la abstención de cinco parlamentarios. Y ocupó varias páginas antes, durante y después de la votación. El portavoz del PP, Rafael Hernando, lo zanjaba de la siguiente manera. "Hay un reglamento, hay que cumplirlo".

Una de las expertas en el PP en saltarse la disciplina de voto ha sido Celia Villalobos que ha sido sancionada varias veces por ello. Por ejemplo en 2005 Villalobos votó a favor de la ley del matrimonio homosexual a la que su partido se opuso.

Dos años antes, en 2003, el Congreso votó la polémica decisión de ir a la guerra de Irak. Muchos pidieron que el voto fuera secreto pensando que habría algún díscolo popular. No los hubo en la votación, pero sí hubo una víctima día antes. El diputado Luis Acín renunció a su escaño y se dio de baja del partido por no estar de acuerdo con la decisión del gobierno de Aznar.
Otro de los casos más sonados en las filas del PP fue el del histórico dirigente y exalcalde de León Juan Morano Masa, que en el pleno del Senado rechazó votar a favor del recorte a las ayudas a la minería. "He obrado con arreglo a mi conciencia y defendiendo aquello en lo que creo".

En el caso del PSOE también se han dado bastantes casos de diputados díscolos. Entre los nombres más importantes se encuentra Carme Chacón, que en 2013 fue sancionada por la dirección del Grupo Socialista por no respetar la disciplina de voto en el debate de dos iniciativas de CiU e ICV sobre el derecho a decidir. Los diputados del PSC votaron a favor y los del PSOE, en contra. Ella se ausentó de la votación.

Antonio Gutiérrez, exsecretario general de CCOO no votó a favor de la reforma laboral de Zapatero en 2010. Simplemente se abstuvo rompiendo de nuevo la disciplina de partido.

En 2014 al menos dos diputados, entre ellos el miembro de Izquierda Socialista Manuel de la Rocha (actual secretario de Economía del partido), solicitaron a la dirección libertad de voto en una moción para celebrar un referéndum sobre Monarquía o República, pero la dirección pidió que se respetara la disciplina en este "tema de Estado" .

En la proclamación de Felipe VI pasó más de lo mismo. En esa votación sí hubo disidencias: el diputado vasco Odón Elorza decidió abstenerse, mientras que otros dos socialistas (el balear Guillem García Gasulla y la gallega Paloma Rodríguez) optaron por no participar en la votación de la ley que dio luz verde a su proclamación.

La conclusión es clara, mientras no haya una independencia de voto real, la democracia española seguirá estando por debajo en calidad de las europeas que nos rodean. E impedirá que los partidos no solo tengan que convencer de sus posiciones a la sociedad, sino también a los suyos.

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