Los autores de los informes presentaron facturas pocos días después de recibir los encargos

Barcelona.- La firma auditora Faura-Casas, que ha analizado parte de los informes solicitados por la Generalitat en 2007, constata en su trabajo que algunos autores de esos estudios presentaron facturas por sus servicios apenas días después de que la administración le hiciera oficialmente el encargo.

Esta empresa, una de las tres contratadas para ayudar a la Intervención General de la Generalitat a verificar si los informes encargados eran superfluos, apunta estas "incidencias de carácter formal" tras revisar 115 estudios de los 300 de que constó la auditoría general encargada por el Departamento de Economía.

En concreto, Faura-Casas detecta en su "Informe relativo a los estudios y dictámenes contratados por la Generalitat en 2007" diversos casos en los cuales la fecha de "aprobación del proyecto" por parte de la Generalitat y la fecha de "recepción física" del informe son "muy próximas en el tiempo".

Fuentes de la Generalitat consultadas por Efe aseguran que la lentitud de la administración hace que pase bastante tiempo desde que se entra en contacto con una empresa hasta que la administración autoriza formalmente el encargo, pero subrayan que todo es perfectamente legal y recuerdan que los informes de menos de 12.000 euros no requieren de concurso público.

El diputado de CiU Jordi Turull, en cambio, ha comentado a Efe que esto es una muestra de que "se violentan todos los procedimientos administrativos, porque primero se encarga el informe y luego se viste el expediente".

Como prueba de otras "irregularidades", Turull ha denunciado también que el Departamento de Presidencia encargó un estudio en 2007 que contiene bibliografía de 2008.

Un ejemplo de proximidad entre encargo y factura es un estudio sobre el Molí de L'Espígol -un poblado ibérico de Tornabous (Lleida)-, encargado por el Museo de Arqueología al Instituto Catalán de Paleoecología humana y evolución social (IPHES).

Según ha podido comprobar Efe en una visita al Departamento de Cultura, el 11 de diciembre de 2006 IPHES envió un presupuesto por ese trabajo por 11.999,99 euros, al día siguiente la Generalitat autorizó pedir ese informe y 24 horas más tarde IPHES emitió la factura por sus servicios.

Un portavoz del Departamento de Cultura ha precisado que ello no quiere decir que se recibiera y se pagara el informe ese día, sino que sólo se cursó la factura.

Este portavoz cree que la orden de pago pudo haberse dado a finales de enero y que el informe pudo haberse recibido a finales de diciembre, pero no es capaz de asegurarlo con exactitud porque, según ha comentado, no existe un registro en Cultura donde conste cuándo se reciben los informes.

Este departamento ha confirmado asimismo que, en otros cuatro informes mencionados por la auditoría, pasó como máximo una semana entre la autorización formal del departamento para que se encargase un estudio y la recepción de la factura por parte del autor.

Uno de estos casos es el informe sobre la "Dimensión económica de las artes visuales en Cataluña" encargado a la Asociación de Artistas Visuales de Cataluña por 11.948 euros.

El 31 de octubre de 2007, esa entidad envió un presupuesto al departamento, el 19 de noviembre Cultura hizo una reserva de crédito por esa cantidad, el 3 de diciembre se autorizó el proyecto y el día 12 de ese mes la entidad emitió la factura de su trabajo.

Otras fuentes de la Generalitat consultadas por Efe aseguran que lo habitual es que cuando una entidad emite una factura, entregue a la vez su trabajo, si bien es cierto que en algunos casos se hacen dos pagos al autor, uno al recibir un esquema y el otro al final.

La auditoría también ha detectado en otros departamentos, como los de Trabajo, Política Territorial o Justicia, la misma cercanía temporal entre el encargo oficial y recepción del dictamen, puesto que pasan menos de dos semanas entre una y otra fecha.