Newt Gingrich, el político expulsado del Capitolio que quiere dirigir la Casa Blanca

  • Obligado a dimitir por sus compañeros en el Congreso de EEUU cuando era presidente de la cámara y casado por tercera vez habiendo engañado a sus dos mujeres anteriores, la polémica envuelve al candidato republicano con más experiencia en Washington.

Newt Gingrich, el más experimentado
Newt Gingrich, el más experimentado
M. Torrens; Foto: GettyImages

"Si atraje controversia o atención inapropiada sobre la Cámara de Representantes, me disculpo", dijo Newt Gingrich cuando a finales de los años 90 tuvo que renunciar a la presidencia del Congreso estadounidense.

Este doctorado en Historia había promovido un curso universitario bajo el título "Renovando la Civilización Estadounidense". Hasta ahí todo correcto. Su delito: que el curso era partidista y lo utilizaba como fuente de ingresos. Eso concluyó una comisión mixta formada a partes iguales por republicanos y demócratas.

Gingrich tuvo que pagar una multa de 300.000 dólares y finalmente dimitió de su cargo en 1998, después de que los republicanos perdieran escaños en el Congreso.

Hasta sus propios compañeros de partido habían votado en masa en su contra en la Cámara y consideraron que había actuado fuera de la ética parlamentaria , recuerda el Washington Post en un repaso detallado de los hechos. El diario de la capitalino ha otorgado cuatro "Pinochos" en su particular escala de mentiras por tratar de defenderse estos días diciendo que la decisión en su contra fue partidaria.

De affaire en affaire y tiro porque me toca

Gingrich se casó con su profesora de Geometría del instituto a los 19 años. Pero puso fin a su matrimonio para casarse con una mujer que le acompañó durante 18 años de su vida… además del tiempo que habían estado juntos mientras el político continuaba con su primera esposa.

"Me pidió que me casara con él demasiado pronto [en cuestión de semanas]. Aún no estaba divorciado", declaró su segunda mujer, Marianne Gingrich, hace unos años a la revista estadounidense Esquire. Años más tarde le hizo lo mismo a ella.

La engañó con la que ahora es su tercera esposa, Callista Gingrich, que le acompaña en la campaña republicana y protagoniza un apartado dedicado a ella en la web del candidato.

Lo más llamativo quizá sea que mientras él mantenía esta segunda aventura matrimonial, Newt Gingrich era uno de los que lideraban la campaña contra Bill Clinton por el caso Monica Lewinsky. Por ello, Occupy Wall Street lo ha denominado "el mayor hipócrita de todos los tiempos". El New York Times lo ha tildado de arrogante. "Tienes que tomar el ego de otro político, duplicarlo, añadirle queso y una ración de patatas fritas para llegar a Gingrich", aseguraba en un editorial el pasado diciembre. Él se ha disculpado por su pasado.

Para Callista parece haberse gastado una fortuna en Tiffany's, algo por lo que también se le critica ahora en EEUU (en realidad, dejó a deber hasta 500.000 dólares según destapó el periódico Politico).

Tampoco ha sentado bien su colaboración como consultor de la inmobiliaria Freddie Mac, una de las principales firmas a las que los expertos culpan de la crisis económica. Cobró 1,6 millones de dólares por su asesoramiento, denunció el gigante mediático económico Bloomberg.

Escritor de best sellers y amigo de los inmigrantes

El ideólogo del Contract of America que dio la mayoría al Partido Republicano en 1994 en la Cámara de Representantes mientras el demócrata Bill Clinton presidía el país, ha dejado plasmadas parte de sus ideas sobre EEUU y la vida (familia tradicional, sanidad privada, antisocialismo, etc.) en papel y sobre la pantalla.

No sólo ha producido documentales sobre Juan Pablo II o Ronald Reagan, sino que de la veintena de libros que ha escrito puede presumir de que 13 de ellos se convirtieron en los libros más vendidos de la lista del New York Times.

Ahora, con 68 años es el que más delegados ha conseguido de momento en las primarias republicanas, gracias a su victoria en la conservadora Carolina del Sur. Y el resultado en las próximas primarias en Florida el martes 31 de enero puede proporcionarle una nueva alegría: está a favor de la legalización de inmigrantes sin papeles y la asociación hispana republicana más importante apoya a Gingrich.

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