Rivera le dice que sí a Rajoy y crece, Pablo le dice no, y mengua

Fue el día en el que Rajoy dejó que el foco estuviera sobre esos nuevos valores que él cree que están no solo verdes sino que no tienen ni programa ni estructura para poder gobernar España. Los llama gaseosos y poco consistentes.

Mas ha hecho un terrible daño a Convergencia, a Cataluña, pero en este momento solo puede hacer una cosa: dar votos a Rajoy. Por su irresponsabilidad y también porque ha puesto sobre la mesa a sus rivales. Y no todos son capaces de dar la talla.

Eso sí. La comparecencia en La Moncloa ha demostrado varias cosas, por si alguien no las tenía claras. La primera: que Rivera crece mientras que Pablo se hunde. La comparecencia del primero fue presidenciable, pese a que el candidato de C's aún habla demasiado, gesticula en exceso y de la sensación de ser el líder que necesita... el PP.

Pero Rivera fue rotundo y claro. No gustará a todos, pero en el tema catalán lo tiene claro, incluso más que Rajoy al que pide que actúe. Fue cristalino a la hora de mostrar su rechazo a las soberanías territoriales, rechazó los atajos dentro de la Constitución. "Estamos de acuerdo en que la resolución debe ser inmediatamente recurrida y que el gobierno tiene que actuar inmediatamente", dijo.

Añadió algo que pocos dicen en estos momentos. Me pongo en la piel del presidente, por si me toca, y esta situación no tiene que ser fácil", ha admitido. Advierte, no obstante, de que "hablar no es suficiente". "Hay que tomar decisiones y ponerse de acuerdo", ha añadido.

Por su parte, Pablo Iglesias volvió a demostrar que la ambigüedad permanente es mala consejera. Al final habló de lo de siempre y poco de Cataluña. Pide referéndum pero luego no quiere hablar de leyes. Lo único que quedó claro de su mensaje (un completo lío mezclado con jarrones chinos) es que iba a decir que no a una unidad contra la secesión.

Rajoy por su parte habló del ataque más importante a nuestro sistema constitucional. El presidente dijo que todos defendemos la unidad de España y el cumplimiento de la ley (ha incluido en ello también a Pablo Iglesias). "Podemos cambiar las leyes, pero lo que no podemos hacer los demócratas es violentar las leyes". ¿Y Pablo?, le preguntaron. "He dicho la mayoría". A buen entendedor...