La ultraderechista AfD comienza mañana su conferencia en Colonia inmersa en una lucha de poder

  • Las autoridades locales cierran el espacio aéreo sobre el centro de la ciudad y moviliza a 4.000 policías La conferencia del año pasado acabó con más de 400 detenidos El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) celebra a partir de este sábado en la ciudad de Colonia su conferencia anual en estado de consternación y lucha interna tras la negativa de su carismática presidenta, Frauke Petry, a liderar las listas electorales, y entre fuertes medidas de seguridad para impedir que se repitan los actos violentos del año pasado, que se saldaron con 400 detenidos de extrema izquierda.
DPA/EP
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Las autoridades locales cierran el espacio aéreo sobre el centro de la ciudad y moviliza a 4.000 policías

La conferencia del año pasado acabó con más de 400 detenidos

El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) celebra a partir de este sábado en la ciudad de Colonia su conferencia anual en estado de consternación y lucha interna tras la negativa de su carismática presidenta, Frauke Petry, a liderar las listas electorales, y entre fuertes medidas de seguridad para impedir que se repitan los actos violentos del año pasado, que se saldaron con 400 detenidos de extrema izquierda.

El espacio aéreo del centro de Colonia lleva cerrado al tráfico desde hace dos días mientras los oficiales del partido intentan definir su estrategia para las elecciones generales del 24 de septiembre, donde buscará consolidar el ímpetu que ha adquirido desde su nacimiento en 2013, y que ahora podría garantizarle, por vez primera, su presencia en el Parlamento de Alemania.

El AfD podría conseguir ese objetivo si mantiene el actual apoyo que se refleja en las encuestas: un 10 por ciento de la intención de voto,

el doble del porcentaje mínimo necesario para obtener representación parlamentaria que rozó hace cuatro años, pocos meses después de su fundación por el catedrático de Economía Bernd Lucke, ahora fuera de las filas tras la deriva que adquirió el partido -- en sus inicios una respuesta a la crisis financiera -- hacia la ultraderecha política.

La llegada masiva a Alemania de inmigrantes del Cercano y Medio Oriente y de África fue agua para los molinos de la AfD, que encadenó un éxito tras otro en elecciones regionales y alcanzó hasta un 16 por ciento en las preferencias a nivel nacional.

Ahora, la AfD está representada en once de los 16 hemiciclos en los "Länder" y probablemente consiga desembarcar en dos más en las elecciones regionales de Schleswig-Holstein (el 7 de mayo) y Renania del Norte-Westfalia (el 14 de mayo).

LOS REFUGIADOS, FUERA DE ESCENA

Ahora, el descenso del número de refugiados que se ha registrado desde el cierre de la ruta de migración a través de los países del sureste europeo, sumado al acuerdo con Turquía para cerrar la vía de éxodo por mar, han dejado sin munición al sector más duro contra la inmigración. En su lugar, sus discursos han sido sustituidos por insultos de tinte racista y nazi, lo que ha causado mella en la intención de voto.

PETRY ABANDONA EL BARCO

La carismática Frauke Petry, quien preside el partido junto con Jörg Meuthen, sorprendió el miércoles al renunciar a encabezar la lista electoral. Petry dijo que no estaba a disposición ni como candidata única, como aspiraba en un principio, ni formando un equipo, como proponían sus rivales del ala más derechista.

Petry anunció que propondrá al partido que abandone la postura de mera oposición a los "partidos establecidos" y se convierta en una formación capaz de sellar alianzas de Gobierno.

Los rivales de Petry, entre ellos el veterano publicista Alexander Gauland y el ultranacionalista Björn Höcke, le acusaron de generar un conflicto programático inexistente por pura ansia de poder.

De hecho, la prensa alemana ha recordado que la propia Petry apoyó posiciones extremas, como cuando propuso indirectamente el uso de armas en la frontera germana para impedir el ingreso de refugiados. "Hace dos años, cuando Lucke fue derrocado, Petry no tuvo escrúpulos en echar mano de los derechistas en el partido. Ese fue uno de sus mayores errores", señaló el diario 'Kölner Stadt-Anzeiger'.

"No pudo domar a Björn Höcke y a los espíritus derechistas que invocó; no pudo impedir que la AfD, que comenzó como un partido de eurocríticos, se convirtiese más y más en una mezcolanza de racistas, nacionalistas de derecha y ultraderechistas", sentenció el rotativo.

En el congreso de Colonia no se elegirá nueva cúpula, por lo que Petry seguirá siendo presidenta, pero aún así podría correr la misma suerte que su antecesor Lucke si se topa con el rechazo cerrado de los delegados.

El partido perfilará el próximo domingo un programa electoral entre cuyas propuestas figura la de la "inmigración negativa de 200.000 personas por año", es decir, que cada año abandonen el país por lo menos unos 200.000 extranjeros más de los que ingresan. También se planteará prohibir el uso del velo islámico en la administración pública.

Un tema que generará controversia será la moción para abrir un procedimiento de expulsión de Björn Höcke por criticar la cultura de la memoria del genocidio judío durante el nazismo. Muchos en el partido están en contra de echar a Höcke como exige Petry.

El propio Höcke no podrá participar en el congreso porque el hotel de Colonia en el que se celebra le ha prohibido la entrada. El anfitrión del evento es el presidente de la sección de la AfD de Renania del Norte-Westfalia, Marcus Pretzell, con el que Petry se casó hace poco y del que espera un hijo, el quinto para la política de 41 años.

Pese a las luchas internas, los populistas probablemente cierren filas ante las protestas multitudinarias anunciadas en Colonia contra el congreso y a las que se espera la asistencia de hasta 50.000 personas.

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