Círculo de Economía sobre Catalunya: "Una solución negociada, la única posible"

  • Cree que vulnerar la ley no es democrático y no se debe criticar a la Justicia
Círculo de Economía sobre Catalunya: "Una solución negociada, la única posible"
Círculo de Economía sobre Catalunya: "Una solución negociada, la única posible"
EUROPA PRESS
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El Círculo de Economía ha emitido este viernes una opinión de actualidad centrada en el "conflicto político abierto en Catalunya", sobre el que ha insistido en que una solución negociada es la única posible, con diálogo y respeto al marco legal.

La entidad ha lamentado que lleva años reclamando esto: "Tras más de un lustro, no se ha producido el menor avance en la resolución del conflicto, ni tan siquiera en su encauzamiento. El diálogo es inexistente y, nuevamente, la alternativa de situarnos al margen de la legalidad emerge con fuerza".

Por ello, ha querido enfatizar su mensaje porque ve acentuarse el deterioro institucional y, si no se para, "acaerrará consecuencias" para el bienestar social y económico.

La opinión de actualidad hace hincapié en que sólo asumiendo logros y renuncias mutuas es posible alcanzar un acuerdo estable, y reconoce que la negociación será prolongada y compleja, pero la ve imprescindible.

MEJOR AUTOGOBIERNO

Reivindica que el conjunto de España debe asumir que el proceso soberanista es también su problema y, por tanto, comprometerse activamente en su resolución, mientras que desde Catalunya "no se puede renunciar a elaborar una propuesta de contenidos que, sin rupturas, pueda responder a la aspiración por un mayor y mejor autogobierno".

El documento expone que "nada es democrático si se vulnera el principio fundamental de cumplimiento de la legalidad", y que no puede convertirse en norma el poner en duda la actuación de la Administración de Justicia.

NO ES EL ÚNICO PROBLEMA

Ve indiscutible que el conflicto catalán es de naturaleza política y por tanto debe resolverse desde la politica, pero matiza: "Éste no es el único, ni tan siquiera el más grave, de los problemas que nos amenazan".

Alude a que la convivencia y la "incipiente y frágil recuperación económica pueden verse seriamente alterados de no reconducir" el malestar social que se extiende por toda Europa.

"Responder a ese malestar y consolidar la recuperación ha de ser, pues, la primera prioridad de gobiernos y ciudadanos", sostiene.

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