Corbacho no podrá ayudar mucho a Montilla: su etapa como ministro le ha quemado

Era un secreto a voces: Zapatero no quería a Corbacho y éste tampoco quería seguir al frente de un Ministerio en el que ha tenido las manos atadas. Ahora se ha confirmado su salida: Celestino Corbacho, concurrirá en las listas del PSC a las elecciones catalanas de otoño -probablemente como número tres-, por lo que en las próximas semanas dejará el Gobierno.

Seguirá en elgabinete de Zapatero hasta la huelga general prevista para el próximo29 de septiembre, para evitar 'quemar' al futuro titular de Trabajo, y a la vez hacer coincidir la salida de la también ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, que lucha por ser la candidata del PSOE a las autonómicas de Madrid. El 3 de octubre se celebran las primarias en las que se verá si es ella o Tomás Gómez el candidato socialista que se enfrentará a Esperanza Aguirre.

Según se ha dado a conocer, Corbacho comunicó su intención de volver a la política catalana en un primer momento al líder del PSC y presidente de la Generalitat, José Montilla, en una reunión el pasado día 4 de agosto. Posteriormente, se lo comunicó al jefe del Ejecutivo español y líder del PSOE.

Pero lo cierto es que la salida del responsable de Trabajo sonaba fuerte desde hace meses. Corbacho tuvo que defender en el Congreso una reforma laboral en la que no creía; se enteró prácticamente por la prensa de las intenciones del Gobierno de elevar la edad de jubilación a los 67 años y ha protagonizado polémicas como su famosa frase de "no llegaremos a los 4 millones de parados de ninguna de las maneras". El ministro insistía en sus predicciones y unos meses después, en abril, se alcanzaba dicha cifra.

Corbacho no ha ejercido de ministro de Trabajo y han sido el propio Zapatero o la vicepresidenta económica Elena Salgado y el responsable de Fomento, José Blanco, quienes le ha sustituido en negociaciones clave como los 'pactos de Zurbano', un proceso negociador con todos los grupos de la oposición de la que el presidente del Gobierno quería lograr un gran acuerdo de medidas contra la crisis y el desempleo.

El que fuera elegido alcalde L´Hospitalet del Llobregat en cuatro ocasiones y las cuatro con mayoría absoluta aterriza en Cataluña con una imagen desgastada y cierta desautorización con la que poco podrá ayudar al presidente Montilla. Es cierto que Corbacho conoce bien esta tierra y es muy querido en ella por sus 14 años de alcalde y sus diferentes puestos en el seno del PSC -fue presidente de la Diputación Provincial de Barcelona desde  abril de 2004 a 2008- , pero ya no es el que era. Zapatero ha quemado su imagen.

El presidente de la Generalitat le recibirá con los brazos abiertos en un momento en el que pesos pesados del PSC como el consejero Antoni Castells le han abandonado de cara a las próximas elecciones por su "servilismo" hacia el PSOE.Permanecerá en el Gobierno hasta la huelga general

Corbacho seguirá en el gabinete de Zapatero hasta la huelga general prevista para el próximo 29 de septiembre, para evitar 'quemar' al futuro titular de Trabajo. La salida de Corbacho podría ir en paralelo a la de la ministra de Sanidad y Consumo, Trinidad Jiménez, si ésta gana las primarias en el Partido Socialista Madrileño (PSM).

El presidente Montilla anunciará la próxima semana la fecha de las elecciones catalanas, que podrán ser el 28 de noviembre o a principios de diciembre.

El grueso de la carrera política de Corbacho (Badajoz, 1949) ha sido como alcalde de L'Hospitalet, la segunda ciudad de Catalunya y principal feudo del 'cinturón rojo' barcelonés, una de las grandes fuentes de votos tanto del PSC como del PSOE.

Actualmente preside la Federació de L'Hospitalet del PSC, es secretario nacional del partido y miembro del Comité Federal del PSOE. De 1992 a 1999 ya fue diputado del Parlament, y también ha sido presidente de la Diputación de Barcelona y de la Federación de Municipios de Catalunya (FMC).