Felipe Pigna rescata "jirones" de la vida de Evita

  • A punto de cumplirse el 60 aniversario de la muerte de Eva Duarte de Perón, el historiador argentino Felipe Pigna reconstruye su vida y rescata su legado político en un nuevo libro, con el convencimiento, explica a Efe, de que "Evita nunca caerá en el olvido".

Mar Marín

Buenos Aires, 14 jul.- A punto de cumplirse el 60 aniversario de la muerte de Eva Duarte de Perón, el historiador argentino Felipe Pigna reconstruye su vida y rescata su legado político en un nuevo libro, con el convencimiento, explica a Efe, de que "Evita nunca caerá en el olvido".

"Evita. Jirones de su vida", el libro que Pigna presentará la próxima semana en Buenos Aires, constituye un recorrido pormenorizado por la vida de la segunda esposa del general Juan Domingo Perón y subraya su faceta como sujeto político.

"Es interesante, a 60 años de la muerte de Evita, blanquear un debate o abrir algunas puntas sobre cómo tratar el personaje desde el punto de vista más político, no tanto como un personaje folclórico o el apéndice de Perón", opina Pigna.

"Se trata de saber qué produjo Evita, cuánto poder construyó, porque tuvo un poder casi equiparable al de Perón, e incluso en algunos momentos más", continúa.

Pigna está convencido de que "la Historia no ha hecho justicia a Evita, la ha tratado como un apéndice de Perón, como a una figura que no produjo mucha política, que intentó hacer cosas que no terminó de hacer cuando, en realidad, Evita hizo lo que pudo y la propia enfermedad fue su límite".

En este intento de rescatar a la Evita política frente al "cliché" folclórico, el historiador argentino trata en su libro de dar la palabra a su protagonista, mediante citas textuales, fragmentos de discursos e intervenciones públicas.

"El libro le da la palabra a ella, porque en un punto había cierta competencia. Perón niega esa capacidad de Evita y se atribuye toda la autoría del personaje, como Pigmalión, y me parece que no es exactamente así", apunta en declaraciones a Efe.

Es ella quien confronta al propio Perón, que en más de una ocasión afirmó que Eva era un producto de su trabajo y su carisma político.

"Eva Perón es un producto mío. Yo la preparé para que hiciera lo que hizo. La necesitaba en el sector social de mi conducción y su labor allí fue extraordinaria", dijo quien fuera tres veces presidente de Argentina en una entrevista con el periodista Tomás Eloy Martínez reproducida por Pigna.

"Es cierto que Perón hubiera existido sin Evita y que Evita no hubiera existido sin Perón, pero de ahí a decir que no tuvo una construcción política propia, que no tuvo un armado político, me parece que no es cierto", continúa el historiador.

De hecho, recuerda, Evita trató por todos los medios a su alcance de controlar una parte del peronismo y se llegó a enfrentar a su esposo en varias ocasiones, entre ellas cuando quiso acompañarle como vicepresidenta y finalmente tuvo que desistir, ya gravemente enferma del cáncer que acabó con su vida el 26 de julio de 1952.

Sesenta años después, Pigna considera que el personaje de Evita tiene todavía una "enorme vitalidad" y quedan logros importantes de su legado, como la activa participación de la mujer en la política argentina y los programas gubernamentales de acción social.

El historiador evita caer en las comparaciones y no cree que puedan establecerse paralelismos entre la figura de Eva Perón y la actual presidenta argentina, Cristina Fernández, también peronista.

"Son situaciones y momentos muy diferentes, Evita nunca gobernó, no tuvo esa responsabilidad, aunque para la presidenta, como para toda mujer peronista, Evita es un referente", opina.

"En el caso de la presidenta, hay algunas cuestiones en lo discursivo, en el rol militante activo, en el enfrentarse a los poderes, que están presentes en Cristina y tienen su raíz en Evita", agrega.

Tras empaparse de los detalles más íntimos del personaje, Felipe Pigna rescata de Evita su "coherencia inobjetable" entre pensamiento y acción.

Una cualidad que ha contribuido a mantener fresca en la memoria popular la figura de Evita, una mujer que no tuvo descanso, ni siquiera tras su muerte, cuando sus enemigos secuestraron y escondieron su cadáver y que, a pesar de todo, asegura Pigna, "nunca caerá en el olvido".

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