El Gobierno de Corea del Sur aceptará con condiciones el despliegue del sistema antimisiles THAAD en Seongju

  • El Ministerio de Medio Ambiente de Corea del Sur ha decidido aceptar con condiciones el despliegue de sistemas antimisiles THAAD en la localidad de Seongju, lo que retiraría el último obstáculo para la puesta en marcha total del sistema, al que se oponen residentes y activistas.
EUROPA PRESS

Las autoridades del país asiático afirmaron en junio que suspenderían la instalación de parte de los componentes del THAAD --Terminal de Defensa para Zonas de Alta Altitud-- hasta que se finalizara un análisis sobre el impacto ambiental del sistema.

Según fuentes consultadas por la agencia surcoreana de noticias Yonhap, el ministerio dará finalmente su consentimiento y hará un anuncio formal durante la tarde de este lunes (la mañana de este lunes en España).

Estas fuentes han señalado que el Ministerio de Medio Ambiente condicionará su consentimiento a la puesta en marcha de un mecanismo de análisis y seguimiento de radiación para tranquilizar a la población.

La resistencia de los vecinos fue precisamente la razón que obligó a las autoridades a cambiar la ubicación del THAAD. En un principio iba a ocupar la base militar de Seonsan, a unos 300 kilómetros de Seúl, pero finalmente el lugar elegido ha sido un campo de golf Lotte Skyhill, en el condado de Seongju, en el sur.

Washington y Seúl firmaron el año pasado el despliegue del THAAD ante la creciente amenaza de Pyongyang, que ha aumentado las pruebas nucleares y los lanzamientos de misiles balísticos a pesar de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que prohíben estas actividades expresamente.

Las reticencias de China, que teme que los potentes radares del sistema THAAD sean utilizados con fines de espionaje y que su capacidad de interceptación reduzca su poder de disuasión, han sido constantes desde que Estados Unidos y Corea del Sur dieron a conocer su acuerdo.

Corea del Norte ha efectuado en los últimos años numerosas pruebas --la última de ellas un ensayo nuclear este mismo domingo-- que se han traducido en un endurecimiento del régimen de sanciones internacionales, lo que no ha servido para disuadir a Kim Jong Un.

Las autoridades norcoreanas justifican su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.

Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.

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