Durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Prayuth ha manifestado que "2016 ha sido un año importante para el pueblo tailandés", agregando que las elecciones generales tendrán lugar en 2017.
"El Gobierno llegó para supervisar la situación durante un periodo de transición y para traer orden y seguridad y allanar el camino hacia una gobernanza sostenible", ha argumentado.
En este sentido, ha subrayado que "una vez que la situación regrese a la normalidad y se restaure la seguridad, el Gobierno puso fin a las medidas temporales, como cuando levantó recientemente la jurisdicción militar sobre civiles".
Por último, Prayuth ha indicado que su Gobierno "sigue haciendo frente de forma activa a los problemas de seguridad, corrupción, tráfico de personas y crimen", agregando que ello "ayudará a sentar las bases para una democracia sostenible".
Tailandia, que es la segunda mayor economía de Asia, se está recuperando a ritmo lento de los sucesos de 2014, cuando meses de manifestaciones contra el Gobierno terminaron causando graves consecuencias económicas antes de que el general Prayuth Chan Ocha diera el golpe de Estado que acabó con el Ejecutivo.
Desde la asonada militar, decenas de activistas críticos con la junta han sido detenidos por los militares y mantenidos en régimen de incomunicación, aunque se desconoce el número exacto de personas detenidas.
El general Prayuth justifica el golpe de Estado por la necesidad de imponer la estabilidad y el orden en el país tras meses de crisis política. El líder de la junta militar ha dicho en varias ocasiones que abandonará el poder cuando se celebren las próximas elecciones.
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