Los exministros Borrell y Piqué se conjuran contra el referéndum y avisan de que no se votará

  • Escriben un libro contrario al proceso independentista junto a López Burniol y Francesc de Carreras
Los exministros Borrell y Piqué se conjuran contra el referéndum y avisan de que no se votará
Los exministros Borrell y Piqué se conjuran contra el referéndum y avisan de que no se votará
EUROPA PRESS
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El exministro socialista Josep Borrell y el expresidente del PP catalán y también exministro Josep Piqué han asegurado este jueves que el referéndum del 1 de octubre es un grave acto de "insurrección" que no se acabará produciendo porque el Estado tiene la obligación de frenarlo.

Lo han hecho en la presentación en Barcelona del libro 'Escucha Cataluña. Escucha España' (Península), cuya autoría comparten con el constitucionalista y cofundador de Cs Francesc de Carreras y el notario Juan José López Burniol, también presentes en el acto.

Los cuatro --todos ellos catalanes-- desgranan en el libro su posicionamiento en contra del proceso independentista y a favor de abonar el diálogo político entre el Estado y la Generalitat: cada uno de ellos escribe su receta en un capitulo de los cuatro que conforman el libro y coinciden en calificar la situación de "golpe de Estado".

Borrell, que protagoniza el primero de los capítulos, ha dicho que Cataluña "está empezando a parecerse a Venezuela", con un Govern dispuesto a seguir con su hoja de ruta pese a las advertencias de la justicia, y ha dicho que el Gobierno central tiene la obligación de responder con "proporcionalidad" --incluso aplicando el artículo 155 si es necesario--.

Con Carreras han coincidido en que esta situación es fruto de la expansión de mitos sin fundamento, de una "lluvia fina llena de falsedades que, durante años, se ha ido dejando caer sobre los catalanes sin que nadie llevara la contraria", como que una Cataluña independiente tendría menos impuestos y mejores servicios.

Este tipo de mensajes, ha añadido Borrell, han provocado que muchos catalanes vinculen la independencia con la libertad y consideren que "España es Franco", una situación que desde el resto del Estado se ha abordado mayoritariamente sin empatía y con rechazo, echando sal a las heridas en vez de curarlas, ha añadido.

Carreras ha dicho que con la aprobación de las leyes de 'desconexión' la semana pasada en el Parlament se demostró que el nacionalismo catalán no es un movimiento democrático: "El nacionalismo puede disimularlo un tiempo, pero se acaba viendo que no es democrático, como vimos en los años 20 y 30 del siglo pasado".

EL 9N FUE UNA TRAICIÓN

Piqué, que con su capítulo cierra el libro, ha calificado el 1-O y el 9N de pseudoreferéndums, pero ha dicho que la consulta del 1 de octubre es distinta porque "ahora el Estado tiene la determinación absolutamente clara de que no se vuelva a repetir".

Considera que la gestión del 9N que hizo la Generalitat con Artur Mas al frente fue una traición porque --ha dicho-- el Estado no impidió la votación a cambio de que el Govern quedara al margen de la organización, cosa que finalmente no ocurrió: ahora, ha avisado, el Gobierno central no lo va a volver a permitir.

Piqué ha hecho un llamamiento al diálogo y a la renovación del pacto constitucional, pero lo ve imposible antes del 1 de octubre porque el posicionamiento del Govern está ahora muy enconado, y también ha defendido que "lo que deba ser España se le ha de preguntar a todos los españoles" y no solo a los catalanes.

López Burniol también ve muy difícil poder dialogar ahora --"ya nos lo hemos dicho todo y hemos roto todos los platos de la vajilla"--, pero cree que no habrá más remedio que transaccionar y ceder, como ocurre en disputas de herencias, por ejemplo.

A su juicio, la iniciativa de negociación transaccional la debe tener el Gobierno central, pues "la responsabilidad máxima es de quien tiene más poder y fuerza", que es el caso del Estado, mientras que Carreras ha dicho, en cambio, que la responsabilidad es del Govern.

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