En un comunicado, la organización ha asegurado que "independientemente de su decisión" al respecto, "siendo su lugar de origen el Kurdistán iraquí, existen grandes probabilidades de necesitar protección internacional".
Las siete personas se encuentran acogidas en uno de los pisos municipales de Durango. Cuatro de ellos son menores de edad y pertenecen a dos familias, una integrada por una pareja y sus tres hijos, y la segunda compuesta por una mujer y un menor.
CEAR ha advertido de que éste no es un caso aislado, ya que "día a día", tanto a Europa como al Estado español y a Euskadi "llegan personas refugiadas huyendo de diferentes tipos de persecución y se ven a abocadas a emprender un tránsito peligroso derivado de las políticas fronterizas de la Unión Europea y sus Estados miembro".
La Comisión de Ayuda al Refugiado ha cifrado en 195 los casos que se produjeron en la frontera del sur de Europa, según datos de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Además, ha añadido que, en total, se registraron 7.583 muertes o desapariciones "en las rutas migratorias de todo el mundo". De ellas, 5.085 perdieron la vida el Mediterráneo, "la ruta más mortífera".
Por ello, y "ante esta trágica realidad", ha reclamado "vías legales y seguras para evitar que las personas mueran o desaparezcan en el tránsito hacia un lugar seguro, donde vivir libres de violencia y libres de miseria".
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