Manos Unidas denuncia la situación de refugiados en Líbano, Tailandia y Egipto, donde lleva a cabo proyectos sociales

Manos Unidas denuncia la situación de refugiados en Líbano, Tailandia y Egipto, donde lleva a cabo proyectos sociales
Manos Unidas denuncia la situación de refugiados en Líbano, Tailandia y Egipto, donde lleva a cabo proyectos sociales
EUROPA PRESS
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Para la entidad, que se une a la "preocupación social" generada ante la crisis de los refugiados con motivo de la celebración --el próximo lunes 20 de junio-- del Día Mundial de los Refugiados, esta situación tiene su origen en "la falta de desarrollo y ausencia de democracia fruto de la injusticia, el egoísmo y la violencia humana".

LÍBANO

En el caso de Líbano, la ONG denuncia que se trata de "uno de los países más afectados por la actual crisis de refugiados", ya que en la actualidad acoge a un millón y medio en una población de 4,5 millones de habitantes, es decir, el 30% de su población.

Así, con el objetivo de favorecer su integración, Manos Unidas inicia este verano un proyecto de 'Promoción y protección infantil' en Trípoli, ciudad costera a 85 kilómetros de Beirut, desde donde la mayoría de refugiados sirios intentan salir hacia Turquía u otros destinos europeos.

El proyecto, que se realizará durante dos años junto a Caritas Líbano en el barrio de Maarat, beneficiará a 90 niños y a sus familias. De ellos, el 50% son refugiados sirios, el 40% libaneses en exclusión social y el resto refugiados iraquíes, egipcios o eritreos. A todos ellos, se les ofrecerá apoyo escolar, asesoría legal, atención sanitaria y psicosocial.

TAILANDIA

En cuanto a Tailandia, la ONG denuncia que se trata de "uno de los países de Asia con más refugiados e inmigrantes no registrados", es decir, con unos tres millones, lo que supone un 4,3% de la población. Los derechos humanos en Tailandia, según Manos Unidas, son "vulnerados constantemente", lo que convierte al país en uno de los que tienen "peores índices en el mundo en cuanto a trata y tráfico de personas para su explotación laboral y sexual".

Allí, la organización realiza, desde agosto de 2015, un proyecto de 'Empoderamiento de trabajadores birmanos y sus familias' que beneficia directamente a un total de 8.325 personas. El proyecto se realiza en el área metropolitana del Gran Bangkok y en la zona fronteriza de Kanchanaburi, donde se ubica la zona de Three Pagodas Pass, donde, como fruto de los años de agitación política y la lucha armada entre el Gobierno de Birmania (ahora Myanmar) y el Ejército de liberación del Estado Karen, se han producido grandes desplazamientos de personas y familias.

De hecho, en estas provincias se calcula que hay más de 350.000 inmigrantes (entre ellos, población de la minoría rohingya, especialmente perseguida y masacrada en los últimos 20 años), susceptibles de arrestos o expulsión, que son víctimas de la explotación por parte de funcionarios corruptos o empleadores sin escrúpulos, y con muchas dificultades para acceder a los servicios sociales básicos a los que tienen derecho, tal y como relata Manos Unidas.

La ONG lleva más de 10 años trabajando junto a la Comisión Nacional Católica de Migraciones (NCCM), dependiente de la Conferencia Episcopal Tailandesa, para facilitar a esta población oportunidades educativas, un mejor conocimiento de la lengua y la cultura tailandesa, así como un conocimiento sobre la legislación reguladora de sus obligaciones y derechos.

EGIPTO

Igualmente, Manos Unidas denuncia la situación de los refugiados en Egipto, país que vive una situación de crisis económica, política y social, y "uno de los países que recibe más refugiados de Eritrea". Aunque el objetivo de destino de esta población es Israel, según explica la ONG, estas personas, generalmente jóvenes, son retenidas en la península del Sinaí, donde son interceptadas por traficantes que les provocan torturas físicas y psíquicas, por lo que llegan finalmente a El Cairo con graves secuelas.

Precisamente en El Cairo, en el barrio de Zamalek, acaba de finalizar el proyecto de Manos Unidas de apoyo educativo para niños y adultos refugiados eritreos que ha atendido directamente a 300 jóvenes y 100 niños y ha beneficiado indirectamente a unas 2.000 personas.

El proyecto se ha realizado con el Instituto Misionero Comboniano, que trabaja desde hace 30 años con la comunidad eritrea, y dispone de instalaciones donde les ofrecen la acogida y todo el apoyo necesario para que puedan integrarse en la sociedad egipcia.

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