¿Retirar el cerdo del menú escolar por no ofender al Islam? Merkel dice ¡no!

    • La CDU ha puesto el grito en el cielo tras conocer que el Estado del norte de Schleswig-Holstein está empezando a retirar la carne de cerdo de los menús de los colegios.
    • El partido de la canciller Merkel presentará la semana que  una serie de medidas para asegurar que la carne de cerdo seguirá presente en los comedores escolares.
German Chancellor Angela Merkel arrives for a week
German Chancellor Angela Merkel arrives for a week
B. Barón

Alemania se ha caracterizado durante estos meses por el gran esfuerzo que han hecho para acoger a cientos de refugiados que han llegado a Europa huyendo del horror de Siria. Pero a pesar de las medidas de integración que ha impulsado para esta población, musulmana en su mayoría, hay algo a lo que Merkel no está dispuesta a renunciar... y es a las legendarias salchichas alemanas.

Siguiendo el ejemplo de París, que estuvo a punto de romper su sintonía con Irán para proteger el vino servido en El Elíseo, el partido de la canciller Merkel, la CDU, ha puesto el grito en el cielo tras conocer que el Estado del norte de Schleswig-Holstein -gobernado desde 2012 por una coalición de socialistas y verdes- está empezando a retirar la carne de cerdo de los menús de los colegios públicos para no ofender los sentimientos de los refugiados musulmanes.Piden que se garantice que seguirá habiendo carne de cerdo

La denuncia ha sido lanzada por el responsable de la CDU en Schleswig-Holstein, Daniel Gunther. El líder regional se ha quejado de que en al menos una guardería de cada distrito electoral se ha retirado la carne de cerdo - “impura e ilícita” para los musulmanes- para no ofender a las minorías mahometanas. “El consumo de cerdo pertenece a nuestra cultura -ha declarado Gunther a un diario local-; nadie está obligado a comer carne, pero tampoco queremos que la mayoría no pueda elegir esa alimentación”.

“Cada vez más comedores, guarderías y colegios están retirando la carne de cerdo de su oferta para respetar ciertas creencias religiosas”; un planteamiento de buenismo hacia el Corán que “va contra el concepto de tolerancia, que implica el aprecio o al menos la aceptación de otras culturas alimenticias y estilos de vida”, ha lamentado.

El partido de la canciller Merkel presentará la semana que viene en el Parlamento de Schleswig-Holstein una serie de medidas para asegurar que la carne de cerdo seguirá presente en los comedores escolares.Reivindicación en toda Europa

La presencia de menús sin cerdo en guarderías y colegios públicos es una reivindicación constante de las asociaciones musulmanas en toda Europa. Por ejemplo, en España, la Comisión Islámica exige que haya siempre menú “halal” en todos los comedores de colegios públicos y privados concertados.

Sin embargo, muchos historiadores y pensadores están alzando la voz, igual que Daniel Gunther, para denunciar que ese "buenismo hacia el Corán" está socavando los valores tradicionales de Europa.

Así, historiador Luis Suárez ha advertido, en su ponencia "Occidente contra Occidente" que Europa está cometiendo los mismos errores que el Imperio Romano, lo que acabará destruyendo esta civilización.

Para Luis Suárez, uno de los grandes errores que se está repitiendo es la apertura indiscriminada a una inmigración no integradora. Para el historiador, "derechos como la vida, la libertad y la propiedad, están siendo conculcados por el relativismo en Europa".

"El relativismo es incapaz de mantener los valores de la libertad y la tolerancia", ha asegurado por su parte el profesor Joao Carlos Espada, director del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Católica de Lisboa, a la vez que ha vaticinado que la falta de valores éticos en Europa será la que acabe con ella.

Muchos analistas coinciden con esta analogía histórica y aseguran que pacifismo, ecologismo, feminismo, tolerancia, multicultura, posmodernidad... es lo que acabará hundiendo la cultura occidental."Se han olvidado las virtudes cívicas"

Así, Edward Gibbon, en 'Decadencia del Imperio romano', cuenta cómo se apoderaron de Roma los cobardes, los burócratas, los degenerados. De esta manera, explica que Roma cayó porque los ciudadanos se olvidaron de las virtudes cívicas, y dejaron la defensa de sus fronteras a mercenarios del enemigo. La invasión no fue más que un cambio de guardia entre bárbaros. Roma, para este autor, no fue abatida por el enemigo exterior, sino por su cobardía y deserción. Las élites no querían ir a la guerra, aunque se oía el trote de los caballos enemigos.

Harold Bloom, crítico y teórico literario estadounidense, ha asegurado: "El libro de Gibbon es profético, debería leerse en las escuelas. Los últimos emperadores, a excepción de Obama, están cometiendo los mismos errores que cometieron los últimos emperadores romanos. Los europeos no están dispuestos a que nadie muera por defender sus libertades".

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