El coordinador humanitario de Naciones Unidas para los Territorios Palestinos Ocupados, Robert Piper, ha explicado que entre el 15 y el 19 de febrero, las autoridades israelíes han distribuido órdenes militares para detener la construcción y autorizar el derribo de unas 140 estructuras en la comunidad.
Así, ha advertido de que la ejecución de estas órdenes "afectaría directamente a las viviendas y medios de subsistencia de esas familias de refugiados, la mitad de ellos niños".
"Los hechos en Jan al Ahmar no son aislados", ha lamentado, recalcando que "miles de familias viven con miedo a la demolición (de sus viviendas) en cualquier momento, y comunidades enteras viven en inestabilidad crónica".
"Cuando se demuelen escuelas, el derecho a la educación de los niños palestinos también se ve amenazado. Esto crea un ambiente coercitivo que fuerza a ciertas comunidades palestinas a irse a otro lugar", ha dicho.
Por ello, ha pedido a la comunidad internacional que entregue ayuda a esas comunidades vulnerables, al tiempo que ha destacado que el Derecho Internacional debe ser respetado.
En este sentido, la ONU ha dicho en varias ocasiones que la "reubicación" propuesta para estas comunidades, entre ellas la de Jan al Ahmar, sin su consentimiento equivaldría a una transferencia forzosa, lo que violaría el Derecho Internacional.
Jan al Ahmar se encuentra entre los asentamientos israelíes de Maale Adumim y Kfar Adumim y está integrada por beduinos. Organizaciones en defensa de los Derechos Humanos temen que estas demoliciones provoquen el desplazamiento de estas comunidades para la construcción de nuevos asentamientos.
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