La primera ministra de Bangladesh afirma que no espera ayuda de Trump ante la crisis de refugiados rohingya

  • La primera ministra de Bangladesh, Sheij Hasina, ha afirmado este lunes que ha hablado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la llegada al país de más de 400.000 rohingya desde Birmania, agregando que no espera que vaya a prestar su ayuda a Daca.
Reuters/EP

Hasina ha relatado que paró a Trump al cruzarse con él cuando abandonaba un evento en la sede de Naciones Unidas en la localidad estadounidense en Nueva York en el que ha hablado sobre la necesidad de reformar el organismo.

"Preguntó qué tal Bangladesh. Le dije que (el país) 'lo está haciendo muy bien, pero el único problema que tenemos son los refugiados de Birmania", ha dicho. "No hizo ningún comentario sobre los refugiados", ha añadido.

La primera ministra bangladeshí ha manifestado que la postura de Trump sobre los refugiados es clara, por lo que no merece la pena pedirle ayuda con ello.

"Estados Unidos ya ha declarado que no permitirá (la entrada de) refugiados. ¿Qué se puede esperar de ellos, y especialmente del presidente? Ya ha dicho lo que piensa, así que ¿para qué preguntar?", ha valorado.

"Bangladesh no es un país rico (...), pero si se puede alimentar a 160 millones de personas, se podrá hacerlo con otras 500.000 ó 700.000", ha recalcado Hasina.

Por su parte, un alto cargo de la Casa Blanca ha afirmado no tener noticias sobre la conversación entre Hasina y Trump, agregando que el mandatario estadounidense está muy interesado en el tema y que "hablaría de ello en caso de que se le planteara".

En otro orden de cosas, Hasina ha pedido que la comunidad internacional ejerza más presión sobre Birmania para que permita a los refugiados rohingya regresar al país.

"(La líder 'de facto' de Birmania, Aung San Suu Kyi) Debe estar de acuerdo en que esta gente pertenece a su país y que Birmania es su país. Debe aceptarlos de vuelta. Esta gente está sufriendo", ha zanjado.

La propia Suu Kyi ha dicho este martes que no teme "hacer frente al escrutinio internacional" sobre la gestión de su Gobierno de la crisis en el estado de Rajine, en medio de las denuncias sobre graves violaciones de los Derechos Humanos contra la minoría rohingya.

En su primer discurso nacional sobre la violencia desencadenada en Rajine tras los ataques del 25 de agosto de milicianos rohingya contra varios puestos de seguridad y la operación militar lanzada después, Suu Kyi ha asegurado que la mayoría de los musulmanes no han huido y que la violencia ha terminado.

Suu Kyi, quien no se ha referido sobre las acusaciones contra el Ejército, ha apuntado que "no ha habido enfrentamientos armados ni operaciones militares desde el 5 de septiembre".

Las palabras de Suu Kyi han llegado apenas un día después de que los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Australia la instaran a detener la ofensiva de las fuerzas de seguridad en el estado de Rajine.

La premio Nobel de la Paz ha hecho frente a numerosas críticas por su postura durante la crisis y ha llegado a denunciar la existencia de "un gran iceberg de desinformación" para "crear problemas" y "beneficiar los intereses de los terroristas".

Las autoridades birmanas aseguran que las operaciones en Rajine tienen como objetivo luchar contra "terroristas", pese a las denuncias sobre ataques por parte de las fuerzas de seguridad contra civiles, entre ellos niños.

LA CRISIS EN RAJINE

Más de 410.000 rohingyas han cruzado la frontera hacia Bangladesh desde el 25 de agosto por la ola de violencia que comenzó con una serie de ataques de milicianos rohingyas contra las fuerzas de seguridad birmanas y una contraofensiva militar que ha dejado al menos 400 muertos. Esta operación ha sido denunciada por la ONU como "limpieza étnica".

Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en Rajine. Son más de un millón de personas, pero el Gobierno birmano no les reconoce como ciudadanos porque considera que son descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha recordado recientemente que los rohingyas llevan décadas despojados de sus derechos civiles y políticos, también de los derivados de la ciudadanía.

En 2016, la oficina de Al Hussein publicó un informe basado en entrevistas a rohingyas que huyeron a Bangladesh por otra operación militar birmana que, según el alto comisionado, ya "sugería" que había ataques "generalizados y sistemáticos" contra los rohingyas, llegando a alcanzar "posiblemente" la consideración de "crímenes contra la Humanidad".

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