El futuro secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha recriminado a los países europeos el "mal ejemplo" dado en la acogida a refugiados y ha lamentado que el "caos" que terminó generando la falta de acción de las autoridades es caldo de cultivo para el "miedo" social y el auge de los populismos en el Viejo Continente.
La Universidad Europa ha reconocido este miércoles como Doctor Honoris Causa a Guterres, a menos de dos meses de que asuma el mando de la ONU. El Consejo de Gobierno del centro académico ha alabado el "liderazgo" de Guterres durante sus diez años al frente del Alto Comsionado de la ONU para los Refugiados.
El ex primer ministro portugués ha considerado un "privilegio" haber podido ayudar en este tiempo a "los más vulnerables de entre los vulnerables", como ha descrito a las personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares por la persecución, las guerras o los desastres naturales. Durante estos últimos años, ha advertido, el número de desplazados ha aumentado de forma "impresionante", hasta el punto de alcanzar niveles inéditos desde la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, en este "mundo caótico", la decisión de los gobiernos está siendo cerrar fronteras y rechazar la llegada de refugiados. Guterres ha recordado durante su discurso el "mal ejemplo" de Europa, "la parte rica del mundo", y cómo se ha propagado en otras partes, a pesar de que históricamente los países en desarrollo "siempre habían demostrado una gran generosidad".
"Es muy difícil explicar a los libaneses que tienen que mantener a los sirios cuando en Europa tienen tantas dificultades", ha lamentado, en alusión a un país donde la presencia de refugiados ya equivale a una tercer parte de la población. Guterres ha subrayado que el número de personas llegadas a Europa en el último año era "una cifra perfectamente manejable" si se hubiese sabido encontrar "una respuesta solidaria".
TRISTE ESPECTÁCULO
Así, ha afeado el "espectáculo tan triste" en que se convirtió la denominada 'ruta de los Balcanes' y ha advertido de que este aparente "caos" no hizo sino equiparar la llegada de refugiados connuna "invasión". Esto contribuyó, a juicio de Guterres, a generar entre ciertas opinones públicas un miedo y un rechazo que se no se correspondía con la realidad, así como a contribuir a un auge de los populismos.
El antiguo alto responsable de ACNUR ha defendido que "todas las sociedades son y serán multiétnicas, multiculturales y multirreligiosas", como "riqueza" y no como peligro.
Guterres ha puesto a España y Portugal de dos ejemplos donde "la diversidad es valorada, la tolerancia sigue triunfando en la sociedad y el populismo políticvo y xenófobo nunca ha tenido presencia significativa". "Es algo que nos une y de lo que deberíamos estar profundamente orgullosos", ha apostillado.
PALABRAS DE UN "AMIGO"
González ha pronunciado el 'laudatio' previo a la entrega de atributos a Guterres y ha destacado los "méritos" del futuro máximo responsable de la ONU, tras diez "intensísimos años" al frente de ACNUR.
El expresidente ha alabado unas "convicciones profundas" que el portugués ha plasmado a lo largo de su carrera política, en la que no sólo ha defendido los Derechos Humanos sino que también ha fomentado la integración económica europea.
González ha reconocido que el nombramiento de Guterres como sucesor de Ban Ki Moon --era "el mejor" candidato en su opinión-- le produjo "sorpresa gratísima", pero también "compasión" porque sea "en este momento". En este sentido, ha coincidido con su "amigo" desde hace 25 años en recriminar a los países desarrollados su falta de compromiso en la ayuda a desplazados y refugiados.
El exdirigente socialista ha criticado que los países europeos no quisiesen acoger a unos refugiados que apenas suponían el 2 por ciento de su población, independientemente de que "Europa no pase por sus mejores momentos". El único impacto, ha afirmado, "es el miedo al otro", algo que "parece que ha triunfado en las elecciones americanas" con el candidato republicano, Donald Trump.
"Vivimos una sociedad complicada", ha admitido González, quien ha puesto en duda que en un contexto como el actual pudiese surgir un proyecto tan ambicioso como el de la ONU. En este sentido, ha considerado que el respeto en la norma "ha desaparecido", incluso en los países democráticos.
En casos como el de Siria, ha explicado, la labor de Naciones Unidas es fundamental. Sin embargo, también ha sugerido que podría ser necesario revisar el actual enfoque, basado en una sucesión de alto el fuego, ayuda humanitaria y gobierno de transición, para introducir este último punto "en el mismo paquete" que el resto. "Como no se tienen resultados, habrá que alterar el orden de los factores", ha agregado.
González ha aprovechado también para deslizar que, a pesar de los consejos ofrecidos a Guterres sobre el actual contexto internacional, "nunca" volverá a aceptar un cargo institucional.
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