Irak necesita a EE.UU. a largo plazo para perfilar un futuro exitoso y estable

  • Washington.- EE.UU. marca hoy un "hito" al poner fin a la guerra de Irak, pero las amenazas que se ciernen sobre el país árabe exigen a Washington un compromiso a largo plazo que podría ser similar, según algunos expertos, al que asumió en Corea del Sur.

El presidente de EE.UU. declara el fin de la guerra en Irak
El presidente de EE.UU. declara el fin de la guerra en Irak

Washington.- EE.UU. marca hoy un "hito" al poner fin a la guerra de Irak, pero las amenazas que se ciernen sobre el país árabe exigen a Washington un compromiso a largo plazo que podría ser similar, según algunos expertos, al que asumió en Corea del Sur.

EE.UU. pondrá esta medianoche fin a la "Operación Libertad Iraquí" que comenzó con la invasión de Irak el 20 de marzo de 2003 e iniciará la "Operación Nuevo Amanecer" en la que pasará de ejercer un papel militar a uno civil, antes del repliegue completo a finales de 2011.

En Irak permanecerán hasta entonces algo menos de 50.000 soldados que desempeñarán la función de "asesoramiento y de asistencia" a unos 665.000 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes.

En realidad, EE.UU. no abandona Irak a su suerte porque los soldados que se quedarán están preparados para luchar si fuera necesario, recuerdan expertos como Michael O'Hanlon, de la Brookings Institution, y Michael Werz, del Center for American Progress.

De ahí que esos dos analistas opinen que declarar el fin de la guerra no deja de ser una cuestión semántica.

No obstante, consideran que tiene una gran carga simbólica porque pone el énfasis del papel de EE.UU. no ya en el campo de batalla sino en el debate sobre el tipo de sociedad que quiere ser Irak.

Para Werz, EE.UU. está transmitiendo a Irak el mensaje de que "debe asumir la responsabilidad" de la seguridad y de su futuro.

Los expertos coinciden en que "la guerra no está ganada", estaca Anthony Cordesman, del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), quien incluso considera que no es probable que Irak se convierta en un estado estable antes de 2020.

De hecho, indica, "Irak se encuentra en un momento igual de crucial que en cualquier momento desde 2003".

Y es precisamente el futuro de Irak sobre el que los expertos no se ponen de acuerdo.

Noah Feldman, del Consejo para Relaciones Exteriores, apunta incluso al riesgo de una nueva guerra civil en Irak.

Bagdad ha sido incapaz de formar un nuevo Gobierno seis meses después de las elecciones, sigue registrando importantes tensiones sectarias y pese a la mejora en la seguridad registrada la violencia y la presencia extremista aún amenazan a los iraquíes.

Esos problemas no desaparecerán tan fácilmente y ese analista opina que la retirada completa a finales de 2011 es prematura.

Feldman, al igual que Paul Wolfowitz, ex subsecretario de Defensa entre 2001 y 2005, incluso opinan que EE.UU. debería asumir un compromiso a largo plazo con Irak similar al que asumió después de la Guerra de Corea (1950-1953) con Corea del Sur, donde aún permanecen 28.500 soldados.

Ambos ven en Corea del Sur un "modelo" a seguir en Irak, pues EE.UU. tenía en Asia un gran interés en la estabilidad regional y algunos enemigos que mantener en jaque, al igual que ocurre en Oriente Medio.

Hoy, Corea del Sur es un ejemplo de éxito político y un milagro económico, pero si EE.UU. hubiera abandonado la península coreana, habría puesto en riesgo todo lo conseguido, recuerda Wolfowitz.

Algo parecido pasa con Irak, pues ocupa una posición clave en el mapa, en la intersección del mundo árabe y el persa, una región estratégicamente muy importante, pero también peligrosa por las interferencias y "las peligrosas ambiciones de Irán", afirma.

Washington tiene "un interés vital" en que Irak logre dibujar un futuro exitoso, uno que será definido a través de acontecimientos que aún no han tenido lugar ni que se pueden predecir a día de hoy, destacaron tanto Werz y el ex embajador de EE.UU. en Bagdad entre 2007 y 2009 Ryan Crocker.

"Un Irak estable y plural (...) puede rediseñar el mapa de Oriente Medio; uno que se sumerja en el caos o en una nueva autocracia amenazará la seguridad de la región y de EE.UU.", dijo Crocker.

Para Werz, sin embargo, no se puede comparar a Corea del Sur con Irak.

"Vivimos en otro mundo, el comparar Irak con Corea del Sur o advertir de un Estado fallido es demasiado simplista y quizás lo acertado sería una posición intermedia", afirmó a Efe.

Irak, dijo, tiene ahora la oportunidad de desarrollar su enorme potencial económico, "decidir si quiere convertirse en una sociedad moderna en la que conviven los diferentes grupos étnicos o puede elegir el camino de la destrucción, según el principio de (Slobodan) Milosevic", explicó, pero "nadie puede predecir qué pasará", concluyó.

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