SANTAMARÍA EMPLAZA AL SENADO A TOMAR LA INICIATIVA SOBRE SU REFORMA

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, emplazó este martes al Senado a tomar la iniciativa sobre su propia reforma para que adquiera mayor relevancia su carácter de Cámara territorial, porque si lo hiciera el Ejecutivo cree que se le acusaría de quebrantar la separación de poderes.
Lo hizo en su respuesta a la pregunta del portavoz del PSOE en el Senado, Vicente Álvarez Areces, en la sesión de control al Gobierno, que se inició con un minuto de silencio pedido por el presidente de la Cámara, Pío García-Escudero, por el atentado de San Petersburgo y las tres mujeres víctimas de “violencia doméstica”.
El portavoz socialista recordó que en la décima legislatura ya se constituyó una ponencia para la reforma del Senado en la Comisión de Reglamento que apostó por hacer de aquél la Cámara de primera lectura de todas las iniciativas legislativas que tuvieran carácter propiamente territorial, desde el debate de los estatutos de autonomía hasta la financiación autonómica, la cesión de impuestos o las que tuvieran que ver con los “hechos diferenciales” de alguna comunidad.
Álvarez Areces sugirió que estas conclusiones se tomaran como punto de partida para una reforma del Senado que asumió que obligaría a una reforma constitucional que excede las competencias del Senado, por lo que preguntó a la vicepresidenta su opinión. Ésta, en su primer turno, se limitó a expresar el “máximo respeto” del Gobierno a los acuerdos que tomen los senadores sobre el funcionamiento de la Cámara, y aseguró que el Ejecutivo será siempre su “aliado” en reforzar las instituciones; sólo pidió al portavoz del PSOE que este partido evite a quienes quieren reformar las instituciones “para dinamitarlas y que dejen de responder a las demandas de los ciudadanos”.
Álvarez Areces replicó esgrimiendo la Declaración de Granada aprobada por el PSOE en 2013 y que aboga por avanzar hacia el Estado federal “con todas las consecuencias”, respetando las “identidades diferenciadas” dentro de España y clarificando las competencias de las distintas administraciones, con el Senado convertido en “auténtica cámara territorial”. En este sentido, pidió a la vicepresidenta “más precisión” en su opinión acerca de estas propuestas socialistas.
Santamaría recordó que desde el PSOE ya le han “preguntado en innumerbles ocasiones” sobre esto mismo, y que ella mantiene que “es a los senadores a quenes primero corresponde definir” la Cámara que desean, porque si ella hiciera alguna propuesta se le diría que “el Gobierno olvida la separaión de poderes”.
En todo caso, defendió,“sin necesidad de ir a la reforma constitucional”, que tendría que “sembrar la misma concordia” que la aprobación de la Carta Magna, el Gobierno está trayendo “debates importantes” al Senado, desde la pasada Conferencia de Presidentes a los debates monográficos sobre los pactos de Estado para la educación y la lucha contra la “violencia de género” (se desmarcó así del término “violencia doméstica” que había empleado García-Escudero), o la pregunta sobre Galicia que le formuló a continuación otro senador socialista, Luis Manuel García Mañá.
García Mañá preguntó a Santamaría la valoración del Gobierno sobre el problema de envejecimiento y despoblación de Galicia, a lo que la vicepresidenta respondió que daba la “máxima prioridad” en toda España, como muestra la creación en la citada Conferencia de Presidentes de un Comisionado para el Reto Demográfico, donde se afrontará con diálogo entre instituciones y una política transversal entre ministerios.
La vicepresidenta ironizó que hablarle a ella, que viene de Soria, de despoblación es como hablarle a Noé de inundaciones, pero marcó como objetivos anclar a la población rural en sus municipios dandoles los mismos servicios públicos, comunicaciones y oportunidades, así como promover el envejecimiento activo, la empleabilidad de los jóvenes y la conciliación para que aumente la natalidad.

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