Obama recauda fondos en California en medio de graves crisis internacionales

Marc Arcas

San Francisco (EE.UU.), 23 jul.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, asistió hoy a un evento para recaudar fondos para el Partido Demócrata organizado en casa de un millonario en Los Altos (California), en un viaje de tres días por el Oeste que ha levantado críticas por producirse en medio de graves crisis abiertas a nivel internacional.

El presidente aterrizó el martes por la noche en el aeropuerto internacional de San Francisco y este mediodía acudió a almorzar junto a la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a casa del empresario millonario y gran donante de este partido George Marcus.

Marcus, cuya fortuna proviene del sector inmobiliario, celebró el almuerzo en su residencia de Los Altos, a escasos kilómetros de San Francisco, en el que los asistentes abonaron una cantidad mínima de 10.000 dólares por persona que servirán para engrosar los fondos del Partido Demócrata de cara a las elecciones legislativas del próximo noviembre.

La visita de Obama a San Francisco, que se enmarca en un viaje de tres días para recaudar fondos que ya le ha llevado al estado de Washington y que terminará mañana en Los Ángeles, ha levantado críticas entre los republicanos e incluso en las propias filas demócratas, que le reprochan que abandone la Casa Blanca en medio de tantas crisis.

La ofensiva israelí en Gaza, el frente abierto con Rusia tras el abatimiento de un avión de pasajeros en Ucrania y la crisis migratoria que viven los propios Estados Unidos, donde decenas de miles de niños centroamericanos han ingresado de forma irregular durante los últimos meses, son, a juicio de los críticos, motivos que le deberían haber llevado a cancelar su viaje.

"No voy a recomendarle cómo debe organizar su tiempo, pero lo que está claro es que no destina el tiempo que debería destinar a la gente a quien necesita para aprobar leyes", afeó al presidente el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, en referencia a la ausencia de Obama mientras se debate la crisis migratoria infantil.

"Ha fracasado en su tarea de llevar a cabo el trabajo por el que se le paga", remachó.

Las críticas a Obama por no renunciar a su agenda partidista no le llegan sólo del bando republicano; incluso entre las filas del Partido Demócrata ha habido voces que han pedido al presidente que preste "más atención" a las crisis que se están viviendo en diferentes lugares del mundo.

"No voy a decirle al presidente qué tiene que hacer, pero creo que el mundo respetaría que prestase mayor atención a este asunto, y creo que debería prestarla", indicó la senadora demócrata y presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, Dianne Feinstein, en una entrevista con la cadena televisiva MSNBC.

Por su parte, la Casa Blanca se ha defendido de las críticas y ha asegurado que el hecho de que el presidente se encuentre estos días fuera de Washington no repercute negativamente en el seguimiento de los acontecimientos mundiales.

"Como se demostró la semana pasada cuando el presidente estaba de viaje y dos de estas crisis estallaron -el abatimiento del avión de pasajeros en Ucrania y el inicio de la incursión israelí en Gaza-, el presidente fue perfectamente capaz de ejercer su responsabilidad como comandante en jefe y como líder de este país desde la carretera", aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

Earnest explicó que la máxima prioridad de Obama y de su equipo es asegurarse de que "el presidente puede llevar a cabo su trabajo en relación con el papel de los Estados Unidos en estas crisis".

Durante su viaje ayer hasta Seattle (Washington) que dio inicio a la gira por el Oeste, Obama llamó por teléfono desde el avión presidencial al primer ministro holandés, Mark Rutte, para tratar con él el conflicto con Rusia abierto a raíz de la crisis ucraniana.

La mayoría de los pasajeros que volaban en el avión comercial de Malaysian Airlines que fue abatido en Ucrania eran holandeses.

A su llegada hoy a Los Altos, varias docenas de manifestantes se concentraron para exigir a Obama mayor implicación en los conflictos internacionales y en la crisis migratoria en la frontera, portando carteles en los que podían leerse consignas como "Inmigración No Deportación", "Las vida de los inmigrantes importan" o "Parad los bombardeos en Gaza".