Asunción, 10 dic.- El Senado de Paraguay allanó hoy el camino para terminar con el intríngulis jurídico que vive el Mercosur con la aprobación del protocolo de adhesión de Venezuela al grupo, que bloqueaba desde hace años.
Por 29 votos a favor, diez en contra, una abstención y cinco ausencias, el Senado rubricó el proyecto y lo envió a la Cámara Baja.
Respaldó el proyecto el gobernante y conservador Partido Colorado, que cuenta con la mayor bancada en el Senado y mayoría en la Cámara de Diputados, apoyado por los dos minoritarios partidos de izquierda, el Frente Guasú y Avanza País.
La votación estuvo precedida de un largo debate, donde el principal grupo de la oposición, el Partido Liberal, cargó contra el Gobierno del presidente Horacio Cartes por "vender" la dignidad del país, según la senadora Emilia Alfaro.
En realidad, Venezuela ya forma parte del Mercosur e incluso ostenta la presidencia temporal del bloque, pero su entrada fue cuestionada por el anterior Gobierno paraguayo, del liberal Federico Franco, además de por partidos políticos y juristas de la región por la forma en que lo hizo.
Argentina, Brasil y Uruguay incorporaron a Venezuela, aprovechando que habían suspendido temporalmente a Paraguay en junio del año pasado en "castigo" por la destitución en un juicio parlamentario del entonces presidente Fernando Lugo.
Los estatutos del grupo disponen que el Poder Legislativo de todos los miembros debe aprobar la entrada de un nuevo socio.
El protocolo de adhesión de Venezuela fue firmado por Caracas en 2006 y aprobado más tarde por los Parlamentos de Uruguay, Argentina y Brasil.
Paraguay no lo hizo, pese a que Lugo intentó impulsar su aprobación en varias ocasiones durante su mandato (2008-2012), antes de ser destituido y reemplazado por su vicepresidente, el liberal Federico Franco.
El Mercosur levantó su sanción a Paraguay el pasado 15 de agosto con la asunción de Cartes, quien sin embargo no anunció el regreso inmediato de su país como miembro pleno al bloque, sino que dijo que defendía la "soberanía" y la "dignidad" de Paraguay, e insistía en que era necesario encontrar un salida "jurídica" al problema.
Su Gobierno decidió entonces que no participaría de ninguna reunión del bloque hasta que Paraguay revisara todas las medidas que el Mercosur aprobó durante su ausencia, incluida la admisión de Venezuela.
El pasado jueves, Cartes envío al Congreso el protocolo de adhesión de Venezuela, cuya aprobación permitirá que Paraguay vuelva como miembro pleno al Mercosur, y participe en las próximas negociaciones comerciales del grupo con la Unión Europea.
Juan Carlos Galaverna, también del Partido Colorado, defendió hoy en el pleno del Senado el ingreso de Venezuela "para enriquecer el sueño del Mercosur".
Galaverna reconoció el cambio de postura de su formación política, que en 2009 y 2011 se pronunció públicamente en contra de aprobar el ingreso de ese país y bloqueó los intentos del entonces presidente Lugo, de izquierda, de debatir el tema en el Congreso.
El veterano senador defendió el viraje de su partido, porque "ahora es un tiempo con condiciones diferentes", ya que antes querían "evitar la instauración de un proyecto bolivariano en la región, bajo el liderazgo de Hugo Chávez", ahora fallecido.
En cambio, el senador liberal Julio Cesar Franco acusó al Partido Colorado de ceder ante "la triple alianza del siglo XXI", en referencia a la guerra que a finales del siglo XIX enfrentó a Paraguay con Brasil, Argentina y Uruguay.
La senadora Emilia Alfaro, también liberal, preguntó reiteradamente "¿qué hay detrás de todo esto? ¿qué hay para que se destruya nuestro actuar histórico basado en el derecho?".
Por su lado, el embajador paraguayo ante la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), Hugo Saguier Caballero, recordó hoy que su país "en ningún momento" ha aceptado "haber sido suspendido" del Mercosur.
"Consideramos esa decisión antijurídica, antilegal, en contra de todos los principios y los acuerdos. Entonces Paraguay debe recuperar su espacio", enfatizó.
El senado Adolfo Ferreiro, del izquierdista Avanza País, dijo a Efe que la aprobación del protocolo era algo que iba a llegar "tarde o temprano".
"No podemos seguir afuera del escenario continental y mundial. Era un problema de cultura política", manifestó.
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